Antonio Nieto Director de El Global | viernes, 06 de mayo de 2016 h |

Entrevistar a un ex consejero siempre resulta interesante. Muchas veces nos planteamos la utilidad de ese tipo de noticias, pero está claro que quien ha gestionado la sanidad en una comunidad autónoma siempre tiene algo que aportar. Y nunca nos defrauda. Es el caso de la entrevista con Boi Ruiz en la que, con su claridad habitual más la que le otorga el ya no tener responsabilidades políticas, el ex conseller explica de una forma muy gráfica el problema de los impagos en Cataluña. Impagos cronificados y que tienen que ver, según Ruiz, con la infrafinanciación de la sanidad catalana. Mil millones tienen la culpa. Pedidos están, otra cuestión es que se vayan a recibir. Entonces, volvemos al principio y la deuda eterna con las farmacias catalana sigue pendiendo de un acuerdo político. Porque para la Generalitat, el farmacéutico no ocupa un lugar prioritario. Así lo cuenta Boi Ruiz y así queda en evidencia mes a mes.

Esta consideración del farmacéutico no parece lógica si se tiene en cuenta las declaraciones de los dirigentes en las que hablan de la importancia de la oficina de farmacia, de su situación como puerta de entrada al sistema sanitario, y bla bla bla. Es el clásico a Dios rogando y con el mazo dando. Es el problema de siempre y un ‘mal’ que se extiende por todo el país: con la farmacia pero sin la farmacia.

La importancia del farmacéutico y de su labor asistencial es innegable. Le pese a quien le pese. Es necesario por tanto que se les otorgue esa importancia, que se cuide su labor y que no se sigan aprovechando sus espaldas para cargar con la sostenibilidad del sistema descuidando la propia supervivencia del boticario, sus empleados, su negocio y su familia.

Para no perder la costumbre, termino con un apunte político relacionado con el tema ¿conoceremos los planes concretos de los partidos de cara a la farmacia o seguirán limitando las propuestas al copago y a la sanidad universal? Vederemus.

Estamos ante el problema de siempre que se extiende por todo el país: con la farmacia pero sin la farmacia