| viernes, 21 de mayo de 2010 h |

carlos b. rodríguez

Madrid

La contraofensiva de la industria farmacéutica lanzada por tierra, mar y aire contra el plan antidéficit de Rodríguez Zapatero se ha concretado, finalmente, en una reformulación de las medidas de ajuste anunciadas, al transformar las rebajas de precios de medicamentos fuera de precios de referencia en un sistema de descuentos. En su lugar, y junto a la adecuación del número de unidades de envases de medicamentos a la duración estandarizada del tratamiento, Rodríguez Zapatero deja un damnificado imprevisto: Fenin. El Consejo de Ministros aprobó una rebaja en los precios de los productos sanitarios del 7,5 por ciento general y del 20 por ciento en los absorbentes.

La propia Farmaindustria reconoce los momentos “tremendamente complicados y muy críticos” por los que pasó la negociación. Desde el fin de semana pasado posterior a la comparecencia del presidente del Gobierno, la patronal trabajó muy intensamente y en diversos frentes. Tanto, que hasta última hora CiU intentó rebajar el impacto para los innovadores a 600 millones, pagados mediante una tasa especial, operativa hasta finales del año 2012.

No ha sido ésta la modalidad finalmente escogida. La información emitida tras el Consejo de Ministros sólo hablaba de un descuento obligatorio al SNS del 7,5 por ciento en las ventas de todos los innovadores, sin excepción. Esto, aunque excluye la posibilidad de reconocer el tiempo de permanencia en el mercado gracias a un sistema de progresividad, al menos logra para la industria evitar los efectos (bajada en cascada de precios) de la rebaja sobre Europa. Más allá, deja en el aire ciertas dudas que no se resolverán hasta que se conozca el texto del real decreto ley. El viernes, Farmaindustria no había podido confirmar si se contempla un plazo determinado para la vigencia de estas deducciones o si se establecerá la posibilidad de revisarlas en función de la evolución de la situación económica. También quedaban pendientes las implicaciones que este nuevo sistema supondrá para las oficinas de farmacia.

Los efectos para la industria permanecen, sobre todo si se tiene en cuenta el ajuste no previsto sobre los productos sanitarios. Fenin, la patronal de este esctor, calculaba el viernes los efectos económicos de una medida “absolutamente desproporcionada e improvisada”, de la que fue informada en el Ministerio de Sanidad al tiempo que se producía el Consejo de Ministros. La patronal denuncia que Sanidad ha incumplido el compromiso que adquirió con el sector, tras dejarlo exento del Real Decreto-ley 4/2010, para crear una mesa de trabajo y ver posibles escenarios de colaboración. Tras el ajuste, Sanidad ha garantizado a Fenin la tramitación del RD de márgenes, un texto que acumula cuatro años de retraso en los cuales no se ha incorporado ningún producto sanitario nuevo.

Salarios

Fenin no es la única que se opone al nuevo texto. De “castigo” y “ensañamiento” han tildado los médicos la decisión de bajar progresivamente el salario de los empleados públicos.

El Gobierno estima el ahorro total de estas medidas en 1.300 millones de euros. En torno a 275 millones ya se podrán detraer del gasto público este mismo año. Ahora toca debatir los efectos sobre el sector. Con el texto en la mano, esta semana terminará de concretarse el impacto, pero el debate no habrá hecho más que empezar. Las comunidades lo analizarán en una reunión del Interterritorial el próximo 31 de mayo.