Un estudio precisa que su actuación disminuye estas reacciones hasta un 47%

En el 55º Congreso de la SEFH se reclamó un mayor papel en la atención al paciente

| 2010-10-29T16:26:00+02:00 h |

redacción

Madrid

La labor que desempeña el farmacéutico de hospital es fundamental para reducir los efectos adversos de los medicamentos en los pacientes. Así lo precisó durante el reciente congreso de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) la jefa de Farmacia del Hospital Fundación de Alcorcón (Madrid), Montserrat Pérez, quien apuntó que, tal y como refleja un reciente estudio de Chisholm-Burns, publicado en American Journal Health-System Pharmacy, “en aquellos pacientes en los que un farmacéutico había participado en su cuidado, la probabilidad de experimentar un efecto adverso se reducía en un 47 por ciento”.

En este sentido, según precisó Pérez, se demuestra la importancia que tiene este profesional sanitario en la atención al paciente, “igual que puede serlo su médico o enfermera”. A este respecto, destacó que los farmacéuticos de hospital son “agentes de salud de primer orden en el cuidado y la atención al paciente”, por lo que recomendó que se debería aumentar su papel en la atención al paciente. “Es necesario adaptar su perfil competencial mediante un cambio en la formación y en la actitud, para asumir el aumento de responsabilidad que la sociedad demanda”, precisó.

‘Proyecto 2020’

De este modo, y con el objetivo de mejorar el desarrollo profesional de farmacéuticos y técnicos del servicio de farmacia, el denominado ‘Proyecto 2020’ se ha convertido en una ‘hoja de ruta’ con el que la Farmacia Hospitalaria mira hacia el futuro en busca del uso adecuado de los fármacos y de reducir los errores que se producen en la medicación.

Sobre este aspecto, tal y como se precisó en el congreso de la SEFH, entre los objetivos se encuentra, asimismo, que en 2020 el 80 por ciento de los hospitales de nuestro país cuente al menos con un farmacéutico acreditado por el Board on Pharmaceutical Specialities (BPS) estadounidense, que certifica la educación, experiencia y conocimientos en cinco áreas: farmacia nuclear, soporte nutricional, farmacoterapia, farmacia psiquiátrica y farmacia oncológica determinada.

La acreditación BPS, con la que en la actualidad cuentan 123 farmacéuticos de hospital en nuestro país, es una garantía para los pacientes ingresados en estos centros, al ofrecer más seguridad y mejorar la calidad de la atención farmacéutica. “Con el BPS se optimiza el tratamiento y se mejora la calidad de vida del paciente”, concluyó Pérez.