El RDL 8/2010 sólo fija una reducción del PVL, y si la industria no rebaja el precio serán distribución y farmacia las que se hagan cargo del recorte
Desde la patronal estatal de oficinas de farmacia FEFE se pone en tela de juicio el fondo de Farmaindustria por problemas derivados del IVA
La distribución asume sus pérdidas
La primera facturación farmacéutica tras la entrada en vigor del RDL 8/2010 se ha saldado con la deducción del 7,5 por ciento en el precio de los medicamentos con cargo al SNS por parte de los colegios provinciales a las comunidades autónomas. Una deducción de la que se han hecho cargo todos los agentes de la cadena del medicamento: industria (5 por ciento), distribución (0,41 por ciento) y oficina de farmacia (2,09 por ciento). Sin embargo, tras el acuerdo alcanzado por la patronal de la industria, Farmaindustria; de la distribución, Fedifar; y el CGCOF para que la industria crease un fondo de garantía que hiciese frente a sus deducciones y, de esta forma, no perjudicar a la farmacia, sólo ha habido un ‘perdedor’: la distribución.
¿Por qué? Porque los almacenes mayoristas aplican en su factura a la farmacia su 7,5 por ciento correspondiente sobre el precio de venta del laboratorio (PVL). Una factura, en la que no se distinguen los productos con cargo al SNS de los de venta libre, a la que aplican su margen de beneficio del 7,6 por ciento y posteriormente ese 7,5 por ciento para realizar su factura a precio de venta mayorista (PVM) a la farmacia.
En este sentido, la distribución (que en 2010 perderá unos 70 millones tras la aprobación de las medidas de recorte del gasto) ha asumido las pérdidas adicionales de aplicar su 7,5 por ciento a productos que no serán dispensados con cargo al SNS porque, tal y como señala el director general de la patronal Fedifar, Miguel Valdés, “en nuestro caso, al contrario que la industria, es imposible tener datos de lo que ha sido financiado o no”. A este respecto, precisó que la asunción de esta pérdida responde al espíritu corporativo de la distribución. ¿Y los mayoristas que no son cooperativas? “Todos en Fedifar hemos estado de acuerdo”, precisó.
REDACCIÓN
Madrid
Los problemas para el sector del medicamento derivados de la aprobación del RDL 4/2010 y, sobre todo, del RDL 8/2020 parece no tener fin. Con el acuerdo alcanzado por industria, distribución y farmacia sobre la forma en la que se deben aplicar las deducciones del 7,5 por ciento sobre los medicamentos con cargo al Sistema Nacional de Salud comprendidas en el RDL 8/2010 y acerca de la creación de un fondo por parte de la patronal de la industria, Farmaindustria, para hacer frente al porcentaje de descuento que le corresponde sin que fuesen las farmacias las que adelantasen estas cantidades en su facturación a las comunidades autónomas, parecía que se cerraba el enfrentamiento surgido entre los tres agentes. Sin embargo, la herida se ha abierto con una nueva polémica: ¿quién se debe hacer cargo de la reducción en el precio venta al público del 7,5 por ciento de los productos sanitarios?
En este sentido, y al contrario que pasa con las deducciones que se aplican a los medicamentos con cargo al Sistema Nacional de Salud, donde el reparto se lleva a cabo entre todos los agentes de la cadena farmacéutica (la distribución aplica el 7,5 por ciento sobre el precio de venta del distribuidor, el laboratorio aplica un 7,5 por ciento sobre el precio industrial máximo y la farmacia el mismo porcentaje en su factura a las comunidades autónomas, en el caso de los productos sanitarios este descuento se aplica sobre el precio venta al público. ¿Qué quiere decir esto? Simplemente que no se establece quién debe cargar con este descuento.
De esta forma, y una vez parece que el problema de cómo se deben aplicar los descuentos en los medicamentos con cargo al Sistema Nacional de Salud está solucionado, los tres agentes deberán sentarse de nuevo en la mesa para solucionar este problema. Y es que, tanto desde la distribución de medicamentos como desde la farmacia se denuncia que, a pesar que el RDL señala que el precio de estos productos sanitarios debe ser un 7,5 por ciento inferior cuando llegue a manos de los pacientes, “la industria sigue vendiéndolos al mismo precio”.
Es decir, que las autoridades sanitarias fijaron el precio final que deben tener esos productos tras la aprobación del RDL 8/2010 pero no tuvieron en cuenta los márgenes con los que juegan tanto la distribución como la oficina de farmacia. Y es que, si la industria vende estos productos sanitarios al precio que estaba establecido antes de la aprobación del RDL 8/2010, la reducción del 7,5 por ciento de su precio pasa necesariamente por la reducción de los márgenes de beneficio de estos dos agentes.
Sobre este aspecto incidió el director general de la patronal de la distribución de medicamentos española, Fedifar, Miguel Valdés, que calificó esta situación como “complicada”, ya que “si la industria nos sigue vendiendo estos productos al mismo precio será la distribución y la farmacia los que tengan que hacer frente a este recorte ellos solos”. Por este motivo, Valdés hizo una solicitud a la industria para que empiecen a aplicar una reducción en el precio de estos productos sanitarios. “Sería lo más justo”, indicó.
Un problema que, lógicamente se extiende a la oficina de farmacia, que al ser el último eslabón de la cadena del medicamentos necesitaría que se hiciesen con anterioridad reducciones por parte de otros agentes para no tener que soportar ella sola esos descuentos. “Debemos llegar a un acuerdo para garantizar los márgenes y que no sea sólo la farmacia quien corra con los daños económicos de esta reducción de precios”, argumentaron desde varios colegios provinciales.
A este respecto, cabe destacar que en relación con los absorbentes, cuyo precio final se debe reducir un 20 por ciento, muchos colegios han alzado la voz para denunciar los escalados sobre estos productos establecidos en los conciertos autonómicos. Es decir, piden que se revisen los anexos correspondientes a los precios máximos de financiación, tal y como ya ha hecho la Agencia Valenciana de Salud.
El problema del IVA
Por su parte, desde la patronal estatal de oficinas de farmacia, FEFE, no quieren dar por cerrado todavía el asunto del fondo de garantía creado por Farmaindustria para hacer frente a las deducciones establecidas en el RDL 8/2010. O al menos hasta que la Agencia Tributaria no dé solución a un problema que podría complicar el funcionamiento de este fondo: la aplicación del IVA. En este sentido, su presidente, Fernando Redondo, estimó que existe “un problemón, porque no se pueden realizar transacciones de dinero sin emitir un documento en el que se vaya repercutiendo el IVA correspondiente”.
Para Redondo, este problema está causado porque el acuerdo alcanzado entre industria, distribución y farmacia “es un apaño y tiene los problemas que presentan los apaños”. Para él, se hace necesario, por ejemplo, que los laboratorios que consignan el dinero y los farmacéuticos al recibirlo “tengan que justificarlo contablemente”. Y es que, según el presidente de la patronal de oficinas de farmacia, “se puede incurrir en una falta administrativa por no haber facturado correctamente, que puede ser hasta delito según el importe del que se trate”.
Reunión en el ministerio
A este respecto, cabe destacar que el pasado 5 de julio se produjeron varias reuniones en las que participaron representantes de Farmaindustria, Fedifar, Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, Ministerio de Sanidad y miembros de la Dirección General Tributaria para abordar el asunto. A este respecto, los representantes del sector dieron el asunto por cerrado al indicar que la Agencia Tributaria “tiene herramientas para no perjudicar a nadie”. Sobre este aspecto, se pusieron de manifiesto algunas de estas herramientas para que el asunto del IVA no se convierta en un problema. ¿Por ejemplo? “Dictar una resolución que en vez de una factura individual sea una al fondo de la industria”, precisaron.