El Comité de Peticiones pedirá la opinión de estas comisiones antes de decidir si solicita a la CE que paralice los procedimientos de infracción

El presidente de este comité, Marcin Libicki, alerta del “riesgo de monopolio” que significaría la liberalización del sector farmacéutico

| 2009-04-12T18:19:00+02:00 h |

alberto cornejo

Bruselas

Antes de solicitar a la Comisión Europea la paralización de todos los procedimientos de infracción abiertos contra varios Estados por sus sistemas farmacéuticos regulados, como así se lo solicitaron varias de las entidades que participaron en su jornada consultiva organizada el pasado 31 de marzo en Bruselas, el Comité de Peticiones del Parlamento Europeo pedirá a las comisiones europeas de Sanidad y Mercado Interior su parecer respecto a una posible desregularización del sector y los hipotéticos negativos cambios que acarrearía en la calidad del servicio farmacéutico.

Este paso previo que dará el Comité implica que haya que esperar algún tiempo para ver si se plasma uno de los objetivos principales con los que los defensores del modelo farmacéutico español acudieron a la cita: convencer al Comité para que solicitase el fin de los procedimientos abiertos contra los modelos farmacéuticos de varios Estados miembro.

Sin embargo, si se habla de ganar nuevos adeptos a la causa, organismos farmacéuticos como el COF de Valencia, asociaciones nacionales de pacientes y consumidores y varios eurodiputados, volvieron a casa con el “objetivo cumplido”. Y es que, a pesar de que el presidente del Comité de Peticiones, el polaco Marcin Libicki, resaltó que era una cuestión que resultaba “imposible cerrar en una sesión”, sí hizo varios guiños en sus conclusiones hacía el modelo regulado.

No a la liberalización

Antes de escuchar estas conclusiones, se sucedieron hasta una docena de intervenciones. La inesperada duración de un debate previo, incluido también en el orden del día del Comité, hizo que se limitase el tiempo de intervención de cada uno de los peticionarios: de los cinco minutos previstos se pasó a dos, una decisión que disgustó a los intervinientes, ya que no tuvieron constancia de este recorte hasta que no se inició la ronda de argumentaciones. Tampoco ayudó la actitud del presidente, que cortó de raíz las intervenciones una vez superaban ese tiempo.

Casualidad o no, las intervenciones a favor de la regulación y las que apoyaban la liberalización no se mezclaron. Los primeros en abrir fuego fueron los defensores del modelo, e inició la ronda el presidente del COF valenciano, Javier Climent. En concordancia con el mensaje que transmite esta institución desde el origen del dictamen motivado en 2006, Climent, además de solicitar nuevamente la apertura de un debate parlamentario y la paralización de los procedimientos, hizo ver al Comité que “los movimientos liberalizadores sólo conllevan la entrada de grandes estructuras económicas”. Según él, este hecho “pervertiría el interés sanitario que deben tener las boticas”. Asimismo, resaltó que “la CE identifica el sistema liberalizado como sistema ideal en todos los Estados”.

Por su parte, los representantes de los pacientes y consumidores españoles refrendaron las palabras de Climent y pusieron de manifiesto los parabienes de la planificación. “El consumidor español confía plenamente en este sistema y no vemos ningún tipo de beneficio en sus posibles cambios”, indicó Conchy Martín Rey, jefa del Área Internacional de la Confederación Española de Consumidores y Usuarios (CECU). En el mismo sentido, Dolores Bosch, miembro de la Asociación de Afectados por Artritis, puso en conocimiento del Comité “las dificultades que tendrían estos pacientes para acceder a su medicación si no están disponibles cerca de su domicilio”.

También hubo tiempo para la comparativa internacional entre servicios farmacéuticos, algo que corrió a cargo de Debra Wilkins, representante de la colonia británica de residentes en el Levante español. Esta ciudadana, conocedora de las diferencias entre países, indicó que “en el Reino Unido la ubicación masiva de farmacias en centros comerciales en detrimento de los barrios residenciales ha hecho perder la relación de confianza entre farmacéutico y ciudadano que implica la proximidad”.

Modelo franquista

Pero no todo fueron opiniones positivas hacía los modelos planificados. La corriente contraria a la regularización estuvo presente a través de las voces del representante de la Comisión Europea y de la asociación nacional Plafarma. Ambas partes aludieron a las “incompatibilidades” que, en su opinión, suponen las restricciones a la propiedad y ubicación con el artículo 43 del Tratado CE, referente a la libertad de establecimiento. A este respecto, la representante de Plafarma en la jornada, Begoña Pérez, retrocedió en el tiempo al indicar que Franco fue “el primer impositor de las limitaciones a las aperturas de farmacias en España, unas limitaciones que se mantienen desde 1941 bajo pactos de complacencias de los sucesivos gobiernos con los boticarios ya establecidos”.

Por su parte, el representante de la CE también consideró estas restricciones “inservibles con los objetivos de la salud pública”. Además de insistir en que recogen “las preocupaciones de las partes afectadas” indicó que, en el caso español, están entablando “un diálogo constructivo con su gobierno”. Igualmente, adelantó que la CE celebrará un nuevo taller informativo el próximo junio, que dará contunuidad al celebrado en octubre de 2008, al que la farmacia española calificó en su día de “encerrona”.

Los eurodiputados

La jornada se cerró con las intervenciones de diferentes eurodiputados miembros de la Comisión, que tuvieron un minuto para exponer su opinión. Entre ellos intervino de forma contundente la eurodiputada popular Cristina Gutiérrez-Cortines, que afirmó que “los farmacéuticos que defienden la liberalización están siendo engañados por las multinacionales y, lejos de tener una farmacia en el futuro, sólo van a pasar a ser empleados de estas compañías”. Además, puso cara a la liberalización: “Tenemos cartas de Carrefour en las que no ocultan sus pretensiones”.

Otro europarlamentario popular, Carlos Iturgaiz, fue el impulsor de la idea de remitir el debate a la Comisión de Mercado Interior del Parlamento Europeo. Asimismo, manifestó su temor “por la pérdida de la calidad en el servicio farmacéutico que acarrea la liberalización”. Por su parte, Mikel Irujo, europarlamentario de EA, invitó a la CE a realizar un estudio sobre lo que aconteció en Navarra desde que en 2003 se diese entrada a una “pseudoliberalización”. “Nadie en Navarra piensa que ha aumentado el servicio”, apostilló.

El italiano Stefano Zappalá y el griego Emmanouil Angelakas completaron la terna de intervenciones de eurodiputados. Este último se preguntó por qué el comisario de Mercado Interior, Charlie McCreevy, había roto su promesa de abrir un proceso de consulta con los estados afectados.

“Hay riesgos”

Así, y tras escuchar la docena de exposiciones de las que se compuso la jornada, Libicki indicó que una liberalización del sector “podría conllevar riesgos, y más si se tiene en cuenta este sector en concreto, en el que podrían aparecer grandes jugadores frente a pequeños, lo que significa un riesgo de crear monopolios”.

Además, en una valoración personal, el presidente indicó que consideraba “innegable” que el hecho de disponer de una farmacia próxima al domicilio era “un estupendo servicio”. A su vez, Libicki recordó: “El bienestar de nuestros ciudadanos debe ser lo primero”. Estas declaraciones fueron recibidas como un mensaje de apoyo al modelo por parte de los presentes en el acto, tanto peticionarios como oyentes. En este sentido, el presidente del COF de Valencia afirmó que volvió a España con la sensación de que “esta Comisión, y por ende el Parlamento Europeo, comparte la posición” del colegio”.

Por su parte, la presidenta de FEFE, Isabel Vallejo, que acudió como público a la jornada, también alabó “el compromiso de esta institución de seguir tratando este asunto”. Igualmente, resaltó la “contundente” intervención de los eurodiputados a la hora de defender la planificación farmacéutica. Sin embargo, le dejó mal sabor de boca no ver presencia de eurodiputados españoles del Grupo Socialista en la jornada. “Volvió a palparse cierta descoordinación entre el Gobierno español y sus representantes en Europa”, dijo.

Por otro lado, según ha conocido EG, un grupo de eurodiputados, con Gutiérrez-Cortines a la cabeza, organizará este 15 de abril una nueva jornada informativa con representantes de la farmacia europea, en la que el debate sobre la regulación farmacéutica será su epicentro. “Servirá para saber cómo respiran los diferentes países”, indican los organizadores.