irene fernández
Madrid
Una vez que las subvenciones públicas se acaban, el crédito y el capital cobran hoy en día gran importancia a la hora de garantizar las actividades innovadoras. Si se somete a España a un análisis riguroso en esta materia, se observa que en el índice europeo de I+D se sitúa en el puesto 17 de 27. “Debemos aceptar que tenemos un problema, abordarlo y afrontar con inteligencia dónde están las claves”, afirmó Juan Tomás Hernani, secretario general de Innovación, en el marco del Foro España Innova.
La estrategia estatal de Innovación ha supuesto un acuerdo con 13 ministerios, que comprometen su actividad sectorial en una parte relacionada con la compra innovadora. Al mismo tiempo, el proyecto de Ley de Economía Sostenible centra una serie de aspectos importantes en este capítulo. Sin embargo, Hernani no cree que las empresas públicas vayan a comprar una parte innovadora porque la ley lo diga. Y es que, para él, “debemos ser conscientes de que las subvenciones se están acabando y de que la I+D+i va de créditos y capital, ya que cada vez habrá menos disponibilidad de subvención pública para estas actividades”. Todo esto, a pesar de que el Programa Marco de la Unión Europea representa la principal oportunidad de subvenciones en esta perspectiva, con una cantidad de 54.000 millones de euros.
Además, Europa ha formulado una estrategia denominada 20-20 que vuelve a marcar como objetivo imprescindible llegar al 3 por ciento de la actividad económica destinada a investigación sobre el total del PIB, y dos tercios de ella provienen de la parte privada. Sin embargo, en este gran objetivo, España aún no ha dado la talla. Desde hace años, “estamos en el 1,35 y debemos colocarnos al nivel europeo”, sostuvo Hernani.
O lo que es lo mismo, continúo, “debemos conseguir 6.000 millones de euros adicionales de inversión privada, 40.000 empresas (fundamentalmente pymes) adicionales a nuestro club de empresas innovadoras, y generar un sector de media y alta tecnología más potente que aporte competitividad al resto de anillos de la economía, como es la industria, y suponga medio millón de empleos más”.
Para conseguir esta meta, el ministerio ha fijado ya una fecha: 2015. “Entendemos que es una fecha mágica que nos combina legislatura y media y nos da un horizonte necesario para que este desarrollo sea serio, dejando reengancharnos a la estrategia 20-20”.
Eso sí, aunque es necesario financiar la I+D+i, el crédito hay que tomarlo en su justa medida. “Queremos prestigiar la innovación como un factor de crédito, y las comunidades autónomas son clave, porque la I+D debe empezar desde abajo”, afirmó.