El nuevo Comité directivo liderado por la presidenta, Carmen Peña, y los nuevos vocales nacionales tomarán posesión de sus cargos el 8 de julio
La creación de un marco estable, económico y jurídico es uno de los objetivos prioritarios que perseguirá el nuevo equipo de gobierno
J. N.
Madrid
Renovación tranquila pero, al fin y al cabo, renovación. Así se podría resumir lo que a partir del 8 de julio sucederá en el seno del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF), después de que se haga efectiva la toma de posesión de los nuevos cargos del Comité directivo de la institución, que encabezará la nueva presidenta, Carmen Peña, y de que hagan lo propio los 11 vocales nacionales. Una renovación que pondrá fin a 21 años de Pedro Capilla al frente del Consejo General.
La llegada de un nuevo equipo al máximo órgano de gobierno de los farmacéuticos españoles provocará, indudablemente un cambio de actuación en el seno del Consejo General. La idea que se lanza desde la institución es que, naturalmente, se respetará lo que se ha hecho hasta ahora, pero también inciden en que el nuevo equipo de gobierno tendrá que tomar su propio camino.
Máxime, cuando se ha producido un relevo generacional al frente del mismo, al pasar a la presidencia la que ha sido secretaria general durante 12 años. Y más aún, al tener que enfrentarse este nuevo equipo directivo, dejado atrás prácticamente el debate sobre los intentos liberalizadores de Bruselas, a nuevos retos para el mundo de la farmacia.
Rentabilidad y diálogo
Uno de estos nuevos retos, aunque no sea en realidad del todo novedoso, es el de la pérdida progresiva de rentabilidad por parte de las farmacias españolas, subyugadas por amenazas constantes como el Real Decreto 5/2000, el nuevo Real Decreto de Mutualidades, la evolución de la Orden de Precios de Referencia… Todos ellos son unos condicionantes que muestran bien a las claras uno de los mayores escollos a los que se tendrá que enfrentar el nuevo Consejo en su defensa de este tipo de establecimientos privados de interés público.
Este caballo de batalla con el que deberá lidiar el nuevo Consejo General reclama la revisión de estos aspectos y la creación de un marco estable, tanto económico como jurídico, para evitar la incertidumbre que provocarían nuevas normas, que podrían llevar a la profesión a callejones sin salidas
Junto a esta estabilidad, que garantizaría la rentabilidad de la farmacia y, con ello, posibilitaría el correcto desarrollo profesional, el nuevo Comité directivo tendrá como objetivo a desarrollar durante los próximos tres años la implantación de nuevos servicios o el desarrollo de las nuevas tecnologías, para lograr el desarrollo y la defensa del profesional farmacéutico.
Por otro lado, uno de los ejes de esta nueva etapa, tal y como señaló la propia Peña tras ser elegida presidenta del Consejo General, será el diálogo, tanto interno como con otras instituciones y la Administración. En este sentido, respecto al diálogo interno, el nuevo Consejo tiene la intención de reforzar los lazos que le une a los colegios provinciales y de remendar alguno de esos lazos que estaban deteriorados. Eso sí, diálogo pero con una máxima clara: el Consejo es el máximo órgano de representación de los farmacéuticos españoles.
Por otro lado, de cara al diálogo con otras instituciones y con las diferentes administraciones, el nuevo equipo de gobierno del Consejo tiene claro que debe profundizar en las estrategias para reforzar estas relaciones con vistas a defender de manera eficaz los intereses de los farmacéuticos.
Asimismo, otro de los objetivos del nuevo Consejo será el reforzar su representatividad tanto a nivel nacional como en Europa, sin olvidar a Latinoamérica, una región en la que esta institución quiere profundizar su capacidad de actuación.