El gasto farmacéutico de julio de 2012 no solo será recordado por reflejar la mayor reducción de la historia de esta factura desde 1999, año de partida de este registro, sino también por poner fin al ciclo iniciado en mayo de 2010, cuando se pusieron en marcha las medidas de control adoptadas por unanimidad en el Interterritorial. El gasto de julio, el que mediría la aplicación del primer mes del copago, ha hecho saltar por los aires la calma con la que hasta ahora se vivía la publicación de los datos mensuales de consumo farmacéutico por receta. El consejero de Sanidad del País Vasco, Rafael Bengoa, ha acusado a la ministra, Ana Mato, de “mentir de forma consciente”, utilizando datos falsos para resaltar las virtudes de su reforma y “empañar” la imagen del Gobierno vasco por su resistencia a aplicar el copago. En el fondo de esta polémica reside la cuestión de si el gasto de julio es una muestra fiel de lo que cabe esperar del copago en el futuro.
Efectivamente, el gasto se redujo casi un 24 por ciento en julio, pero esta cifra no puede leerse sin tener en cuenta el efecto desplazamiento que precedió a la entrada en vigor del copago. La acumulación de recetas en junio fue tan palpable (subió un 10,11 por ciento) que llevó al gasto a crecer por primera vez desde mayo de 2010. Un análisis llevado a cabo por EG refleja, en este sentido, que una vez absorbido, el efecto deslizamiento matiza considerablemente el descenso del -14,14 por ciento en el número de recetas de julio: la media de ambos meses arroja un resultado final del -1,77 por ciento, inferior, eso sí, a los registros de cinco primeros meses del año, cuya media fue del 0,67 por ciento.
Es precisamente esta diferencia del 2,45 por ciento en el comportamiento del número de recetas entre los cinco primeros meses de año y el bimestre junio julio la que puede justificarse por el copago. El resto del efecto, que ha elevado la reducción del gasto hasta el 10,19 por ciento se debe a la reducción adicional en el gasto medio por receta que la revisión de los precios menores produjo durante julio. En este sentido, y dado que en los primeros cinco meses del año la reducción del gasto ha sido del 6 por ciento, el efecto del copago en términos de gasto podría ser de aproximadamente un tres por ciento durante el primer mes de aplicación.
La misma operación se produce en los datos de las comunidades (ver tabla), lo que indica que es pronto para saber si, como afirma el Ministerio, se reduce el volumen de medicamentos que se dispensan y no se utilizan. El mayor descenso registrado en julio, el -35,02 por ciento de Murcia, baja al 11,92 negativo por ciento en el cómputo bimestral. Otras bajadas se reducen considerablemente cuando se suma el mes anterior: Madrid pasa del 30,47 al 7,62; Extremadura del 23,69 al 9,70…
Solo en dos casos la reducción del gasto seguiría siendo superior a la media: Castilla y León pasaría de un descenso del 32,96 por ciento a un 16,06 entre junio y julio. Canarias, de un 28,41 a un 17,24.
En el panorama autonómico, los datos de Sanidad solo arrojan una excepción en julio: el País Vasco es la única región que subió el gasto y no redujo el número de recetas. La nota del Ministerio recuerda que la región “no está aplicando las medidas de eficiencia”. No obstante, en el cómputo junio-julio la comunidad continúa en la media de meses anteriores. Es más, mientras la variable del número de recetas se disparó en junio en todo el SNS, el País Vasco fue la única región que no solo la controló, sino que la redujo en un 2,76 por ciento, tal vez debido a que la decisión del Ejecutivo de Patxi López de no aplicar el copago no produjo un efecto de acopio.
Pero las autoridades regionales tienen otra versión de lo ocurrido y aseguran que los datos del Ministerio “no se corresponden con la realidad”. Es más, Bengoa asegura que, sin incrementar la participación de sus ciudadanos en el pago por recetas la comunidad “ha logrado resultados positivos en julio equiparables a la media estatal”. Asimismo, la Consejería recuerda que “menor uso de medicamentos esenciales puede significar menor cumplimiento terapéutico”. Por ello, Bengoa recordará a Mato lo que ya pidió en el último CISNS: una evaluación técnica, “y no solo política”, sobre el impacto sanitario y económico del copago.
La Consejería de Sanidad ha exigido al Ministerio de Sanidad que se retracte públicamente de las acusaciones vertidas ya que, según sus datos el País Vasco no es la única comunidad que ha incrementado su gasto farmacéutico en julio de 2012, ni la única que ha aplicado medidas de eficiencia en el gasto farmacéutico.