Los boticarios españoles presentan batalla a las grandes superficies, con razones
| 2008-11-23T18:00:00+01:00 h |

Pablo Martínez

Periodista e historiador

Para Karl Popper (1902-1994), filósofo austriaco nacionalizado británico, la lógica nos muestra que mediante su único uso no podemos mostrar la validez de una teoría, mientras que un único contraejemplo es suficiente para mostrar que la teoría contiene alguna incoherencia. En la pugna que mantienen muchos farmacéuticos europeos contra la liberalización de su profesión ésta es una idea que debe ser tenida en cuenta. En algunas ocasiones hemos puesto como ejemplo para los españoles la iniciativa de los farmacéuticos franceses. Ahora haremos lo contrario.

Las principales asociaciones y sindicatos de farmacéuticos galos han optado por escribir un libro: Votre pharmacien et vous, en el que se recogen entrevistas a los farmacéuticos que litigaron contra la campaña publicitaria de los supermercados Leclerc para vender medicamentos no reembolsables, que finalmente fue retirada tras ser declarada competencia desleal. El objetivo del libro es poner de manifiesto ante los ciudadanos el papel de los farmacéuticos y cómo las grandes superficies de distribución tratan de minimizar esa labor sanitaria desde enfoques comerciales agresivos. Hasta ahí el uso del argumento lógico sería correcto, pero se equivocan porque el libro se puso a la venta, exclusivamente en farmacias, a 12 euros. La pasada semana sólo se habían vendido 5.000 libros. Su penetración será finalmente casi nula.

Los farmacéuticos españoles son más conscientes del valor del contraejemplo al que aludía Popper, y frente a las mismas campañas de las grandes superficies han optado por poner en valor su actuación como consejeros de salud y trabajar para incrementar la calidad de sus servicios. Así se recoge en las conclusiones del XVI Congreso Nacional Farmacéutico y del III Congreso de la Sefac. “En tiempos de crisis, la calidad tiene aún más sentido”, editorializaba Santiago de Quiroga el pasado número.