Pablo Martínez, periodista e historiador
En Villalejos hay dos farmacias, una en la calle Mayor y otra en el barrio de las Huertas. Sus titulares acostumbran a comer en el mismo restaurante. Un martes llegó el de la calle Mayor y tomó parte de un pollo asado, concretamente las alas, las dos pechugas y un cuarto trasero completo. El farmacéutico del barrio de las Huertas almorzó más tarde y su menú consistió en lo que quedaba del mismo pollo. Es decir, el restante cuarto trasero. Esa tarde visitó el restaurante un encuestador de una famosa empresa de demoscopia contratada por el Ministerio de Sanidad. Su trabajo formaba parte de un estudio titulado “Estudio sociológico sobre los farmacéuticos españoles según sus hábitos de consumo”. El encuestador, tras confirmar que aquel era el restaurante al que acudían los farmacéuticos, preguntó qué habían comido ese día: “Un pollo asado entre los dos”, contestó el camarero, y nuestro hombre anotó que en Villalejos cada farmacéutico come medio pollo. Estos datos, junto a los aportados por otros muchos entrevistadores, formaron parte del estudio y sus autores, en la presentación a los medios de comunicación explicaron que estaban ofreciendo una media. Al día siguiente, no obstante, hubo unanimidad en los titulares de la prensa. Todos coincidieron en sintetizar: “Cada farmacéutico español acostumbra a comer medio pollo cada día”.
Aunque esto es lo que parece, pura ficción, no resultaría extraño que unos titulares así aparecieran en los próximos meses fruto de un estudio del mismo tipo. Los recortes aprobados este año, más el sempiterno RD 5/2000, las bajada de precios de referencia…, por lo que me cuentan ya hacen mucha mella. De momento, parece que no habrá cierres de farmacias, aunque a costa de todas las horas y unas pocas más que han tenido que empezar a echar el titular y toda su familia. Las rentas de localización importan, y los farmacéuticos tipo calle Mayor disponen de mejores armas contra la crisis. Ojo pues con los datos presentados en términos medios puesto que, según parece, se podrá demostrar que no es cierto que cada farmacéutico almuerza medio pollo.