Pablo Martínez, periodista e historiador
Crisis económica, despoblación y envejecimiento en zonas rurales no son problemas exclusivos de nuestro país. En Alemania, la locomotora de Europa, se enfrentan a las mismas dificultades que inciden, de manera directa, en la rentabilidad y sostenibilidad de las oficinas de esas áreas cada vez más deprimidas y vacías. Recientemente, en unas mesas redondas organizadas por la Federación de Asociaciones de Farmacéuticos de Alemania (ABDA), Christiane Eckert-Lill, responsable de gestión, planteó que en esas zonas en las que desaparecen farmacias, la venta de medicamentos por correo no es una alternativa, puesto que carece de la supervisión y el consejo del farmacéutico. ¿Qué solución propuso? Crear farmacias móviles. Posiblemente en España, donde la figura del vendedor buhonero se ha asociado a la economía informal y está consolidado un modelo farmacéutico basado en la planificación territorial, la idea de la farmacia móvil genere un fuerte rechazo, aunque esos planteamientos pueden evolucionar ante la tozuda realidad de grandes comarcas con habitantes muy mayores y muy dispersos de algunas comunidades.
De hecho, atendiendo a los aspectos derivados de las dificultades de desplazamiento de algunas personas mayores, María Teresa Guardiola, presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Valencia, acaba de anunciar la disposición de los farmacéuticos de su corporación para desplazarse a los domicilios de estas personas para llevarles los medicamentos y facilitarles las orientaciones precisas respecto a los mismos. Pese a ser consciente de que la propuesta valenciana se basa en el escenario contrario al planteado en Alemania, es decir, en la proximidad entre la oficina de farmacia y el domicilio del paciente, si partimos del hecho de que sin farmacéutico no hay farmacia, la diferencia conceptual entre el farmacéutico móvil y la farmacia móvil es inexistente. Quizá valdría la pena no rechazar de plano opciones como las de las farmacias móviles, con los requisitos que se lleguen a acordar para ellas, en algunos escenarios en los que puedan ser la única opción para contar con farmacia aunque sea a tiempo parcial.