| viernes, 05 de octubre de 2012 h |

Poco a poco, el debate sobre el tamaño del Estado autonómico que tanto dio que hablar en boca de Esperanza Aguirre o de Rosa Díez va cobrando forma por imperativo presupuestario. La realidad del recorte que se avecina en forma de transferencias para las comunidades en el proyecto de presupuestos generales para 2013 no deja más alternativa a los gestores autonómicos que gastar en lo básico: mantener las tres patas que conforman el Estado del Bienestar. Sin embargo hasta esta lógica, expresada por Antonio Beteta, tiene sus límites.

Todos los diagnósticos que se han realizado hasta ahora sobre la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud han coincidido en señalar que el gran problema está en que desde 1990 el gasto sanitario español ha crecido claramente por encima del Producto Interior Bruto (PIB). Aunque las comunidades gasten en lo básico en 2013 (y eso todavía hay que verlo, a la luz de todas las empresas públicas que a día de hoy no se han liquidado), el problema seguirá existiendo y es evidente que el futuro de la Sanidad no puede gestionarse únicamente en base a recortes sobre recortes. Todos los presidentes autonómicos llegaron a la Conferencia del Senado con esa idea en mente.

Hay que buscar nuevas fórmulas, que pasan inexorablemente por un nuevo modelo de financiación autonómica que erradique los defectos acumulados del sistema actual. Es preciso, además, que no se demore en el tiempo, porque mientras no se pongan sobre la mesa los cimientos de una nueva financiación sanitaria se estará condenando a las comunidades autónomas a escribir también en 2014 los deberes que ya tienen para el año que viene: recortar en Sanidad, entre otras partidas. Lo ha reconocido expresamente el presidente catalán, Artur Mas, y lo ha ejemplificado ya María Dolores de Cospedal.

Ella ha sido la primera en confirmar el recorte del 4,5 por ciento al presupuesto sanitario de Castilla-La Mancha. Todo parece indicar que pondrá el acento sobre los recursos humanos. Toca esperar a conocer en detalle cómo afectará a la Farmacia, aunque esta partida está siendo, ya no controlada, sino exprimida desde el Ministerio de Sanidad.