Un informe del COF de Granada alerta de la existencia de al menos 38 grupos de precios menores que no tienen comercializada la presentación que marca ese precio
| 2009-07-05T18:00:00+02:00 h |

La revisión semestral de los precios menores que ha tenido por primera vez lugar este año, por mandato ministerial tras el acuerdo con las autonomías, y que entró en vigor el pasado 1 de julio manifiesta, una vez más, los problemas a los que los farmacéuticos tienen que hacer frente ante este sistema de financiación pública de los medicamentos que sólo busca el ahorro sin tener en cuenta las consecuencias.

No hay más que echar un vistazo al listado aportado por el COF de Granada sobre precios menores correspondientes a especialidades que ni siquiera están comercializadas para hacerse una idea de los problemas que se producirán en las farmacias cuando reciban una prescripción por DOE de cualquiera de esos fármacos.

Se trata de un listado de 38 grupos de presentaciones diferentes para los que el medicamento que marca el precio menor no está comercializado, por lo que el medicamento a dispensar debe ser uno más caro. En 24 casos la diferencia supera el 10 por ciento y, en siete de ellos, los diez euros. ¿Quién se hará cargo de esa diferencia entre lo que marca la ley y lo que es posible?

En algunos casos, como en la Fexofenadina 180 mg 20 comprimidos, la Junta andaluza ha tenido que reconocer la imposibilidad de abastecimiento del producto que marca el precio menor y ha procedido a comunicar un precio superior de facturación para que la farmacia no tenga que perder dinero. Una buena iniciativa pero que no tendría que llevarse a cabo si estos precios menores se fijaran en función de aquellos medicamentos efectivamente comercializados y por parte de compañías que tengan capacidad de abastecimiento para una parte importante del mercado.

No puede ser, como ha ocurrido en la revisión semestral de precios menores actual, que sean medicamentos sin comercializar o con cuotas de mercado inferiores al 1 por ciento los que marquen el precio financiable en prescripciones por principio activo. Se crean situaciones de inseguridad y malestar que no benefician a nadie y no producen ahorros significativos al sistema. Más bien dolores de cabeza.