Tal vez el momento económico y político actual no es propicio para alcanzar un pacto como

el que necesita la sanidad, pero será necesario buscar pronto un nuevo espacio para el acuerdo

| 2010-10-01T16:42:00+02:00 h |

No ha podido ser, y aun así el Pacto por la Sanidad sigue siendo tanto o más necesario que cuando Bernat Soria lo propuso siendo ministro de Sanidad. CiU y PP, con parte de razón y, probablemente, parte de estrategia política han decidido no seguir adelante en la Subcomisión del Congreso.

El pacto nació con vocación de integrar a todo el sector, administraciones y grupos políticos, pero llegó un momento en que cada uno de ellos, principalmente el sector, no sabía qué había sido de las propuestas que, con ilusión y trabajo, habían preparado. Grupos de trabajo con el sector por un lado, comisiones parlamentarias por otro, las comunidades en el Consejo Interterritorial (CI) por su cuenta y el Ministerio de Sanidad alrededor de todos, trabajando sin demasiada coordinación. De este modo, no es de extrañar que tras meses de inactividad nadie viera reflejado su trabajo en el documento que hace ya casi un año hizo público un ministerio ya comandado por Trinidad Jiménez y que, ante las críticas recibidas, se apresuró a tildarlo de borrador.

Ahora, los grupos políticos no han alcanzado un acuerdo para elevar una ponencia común que sirviera para regir los destinos de la sanidad, por lo que la pelota queda en el tejado de comunidades autónomas y ministerio que deberán decidir qué hacer en el marco del CI. Pero eso no será un pacto de Estado, al no incluir a las fuerzas políticas y, con ello, el proyecto estrella sanitario de la legislatura empieza a parecer fallido.

Tal vez el momento económico y político no es el adecuado para alcanzar un acuerdo como el que se intentaba lograr. Los más de dos años de tramitación han jugado en contra de su firma. Además, ahora no hay posibilidad de incrementar la inversión en sanidad ni hacerla finalista, como argumenta el documento sometido a votación en el Congreso. Del mismo modo, no es momento para incrementar alguna de las prestaciones y servicios que se proponían por el incremento presupuestario que exigirían.

En cualquier caso, algunas de las cuestiones que se recogen no deberían caer en saco roto, al menos para ser aplicadas en el futuro, bien dentro o fuera de otro Pacto por la Sanidad. Un pacto que tarde o temprano será imprescindible.