| viernes, 13 de enero de 2012 h |

Los dos reales decretos-ley aprobados en 2010 para reducir el gasto en medicamentos han supuesto, hasta noviembre pasado, una reducción de más de 1.489 millones de euros en las facturas de las diferentes comunidades autónomas. En mayo de 2010 el gasto interanual a través de recetas médicas para toda España ascendía a 12.721 millones de euros. Dieciocho meses después, el gasto interanual se había quedado en 11.232 millones, una reducción 11,7 por ciento. La rebaja podría haber sido superior ya que el precio medio de las recetas cayó hasta un 14,1 por ciento.

Y esto no para aquí. El efecto de estos decretazos, seguirá durante mucho tiempo ya que la reducción del precio de los genéricos afectó a todos los grupos de precios de referencia existentes y, por otro lado, las deducciones del 7,5 por ciento siguen vigentes. A ello, habrá que añadir, no obstante, el efecto del Real Decreto-ley 9/2011, cuyas medidas empezaron a ser efectivas el pasado 1 de noviembre y que según IMS Health, podría superar los 2.000 millones de euros.

Por tanto, ya se han ahorrado 1.500 millones y dentro de once meses el ahorro superaría los 3.500 millones. Y la pregunta que se hace todo el sector, es ¿dónde están esos 1.500 millones ahorrados desde mayo de 2010? y, ¿dónde estarán los 3.500 millones que probablemente se habrán ahorrado las autonomías desde la puesta en marcha de los decretazos hasta el próximo mes de noviembre?

No es una cuestión sin importancia. Ni siquiera los fondos que se han retirado de la factura farmacéutica han sido destinados a pagar las facturas pendientes de los proveedores sanitarios, con los que se sigue incrementando la deuda.

Lo que está claro es que la presión y esfuerzo al que se ha sometido a un sector estratégico como el farmacéutico ha llegado ya a su límite, sobre todo en lo que se refiere al precio. En este sentido, el ministerio de Sanidad debería tener claro que solo si no se vuelven a tocar los precios el sector podría superar los medicamentazos o acciones sobre la demanda que, sin duda vendrán. Si se siguiera en la misma senda con medidas adicionales, todo el sistema podría venirse abajo. Especialmente si, encima no se paga ni a industria ni a farmacia. Por tanto, ¿dónde están los 1.500 millones ahorrados?