Finalmente no habrá hispabonos, o al menos, en esta España cambiante de un día para otro, de momento no habrá hispabonos. Una noticia que salió del ‘rebelde’ Consejo de Política Fiscal y Económica celebrado la semana pasada, que supuso un pequeño revolcón para unas confiadas comunidades autónomas, que acudieron al mismo con la esperanza de que la ‘flexibilidad’ dada a España por Bruselas se trasladase a estas. Pero no, no fue así. El Gobierno ha decidido mantenerse firme y no permite ningún relax y, de momento, nada de hispabonos que, como en uno de esos geniales juegos de manos de Juan Tamariz, fueron cambiados por un sistema de avales que, lógicamente, no será ningún cheque en blanco para las comunidades autónomas, ya que estas deberán ganarse el aval del Estado a base de… sacrificio.
La no puesta en marcha de los hispabonos ha supuesto para las oficinas de farmacia valencianas, a las que se les adeuda de momento casi 500 millones de euros, un serio revés, ya que desde la Consejería de Hacienda de la Comunidad Valenciana que dirige José Manuel Vela se prometió a los farmacéuticos de esta comunidad liquidar parte de la deuda contraída a través de esta herramienta. Concretamente, 240 millones de euros, que servirían para que los farmacéuticos valencianos no hiciesen realidad la amenaza de huelga indefinida que este colectivo aplazó hasta el 23 de julio a la espera de que se hiciese efectivo el pago.
Ahora, las farmacias valencianas siguen haciendo equilibrio sobre una cuerda cada vez más floja. Un equilibrio para el que no hay colchón ni red que frene la caída. Estaban los hispabonos y después se encuentra la ampliación del plan de pago a proveedores del Gobierno. Dos herramientas que pondrían al día los pagos a estas farmacias a partir del mes de octubre. Una promesa que se les hizo después de que la ministra de Sanidad, Ana Mato, les pidiese tiempo para solucionar el asunto a través de soluciones que vendrían desde el Ministerio de Hacienda. ¿Un sueño bonito? Posiblemente. Sin embargo, nos aferramos a él y deseamos que, a pesar de que no sea a través de los hispanos, se pueda pagar a estos profesionales.