J.P. R./ E.M.C. Madrid | lunes, 30 de junio de 2014 h |

El rechazo de algunos médicos aragoneses a cobrar incentivos de hasta 12.000 euros anuales por alcanzar los objetivos asistenciales y en materia de farmacia que establece la consejería de Sanidad (ver GM, nª517) es una situación nueva en Aragón, pero no en otras comunidades, donde los facultativos llevan años “capeando” el cumplimiento de los indicadores de calidad tratando de no renunciar a sus criterios éticos. El ahorro es doble en buena parte de estas regiones: El médico gasta menos, y además los incentivos no se pagan.

“Biotecnología” andaluza

Las limitaciones a la prescripción en Andalucía se orientan al complemento anual de productividad, que pretende medir el rendimiento personal y se cobra en función de los objetivos alcanzados por parte de la unidad y el propio médico (unos fijos en el SAS y otros variables). Pilar Bartolomé, secretaria de Salud Laboral de CESM Andalucía, explica que hay un sumatorio y en una primera ronda se asigna una parte de esta bolsa. Los remanentes que quedan tras este reparto se distribuyen entre quienes han alcanzado los objetivos con una nota de corte alta. Bartolomé denuncia las estrategias del SAS para evitar el pago de conceptos recogidos en las retribuciones, “ingeniería genética y biotecnología” para evitar pagar a los facultativos lo que les corresponde según la normativa, con la invitación a ir a los tribunales si no están de acuerdo.

Nuevos planes en Canarias

La prescripción de genéricos y por principio activo condicionan los incentivos de los médicos canarios y se articulan también a partir de los contratos de gestión, según afirma a GM el secretario general de CESM Canarias, Levy Cabrera. Estas pautas pueden suponer hasta un 20 por ciento del total de incentivos (3.000 euros anuales). El portavoz del sindicato alerta de la intención de la Dirección General de Farmacia de crear grupos homogéneos de prescripción en las enfermedades más prevalentes, que penalizarían recetar medicamentos distintos al seleccionado como coste-efectivo. Aunque por ahora esta idea no se ha materializado, Cabrera muestra su rechazo rotundo a la fórmula y pide al gobierno que renegocie precios con la industria en lugar de tratar de “sobornar” al médico.

Trilogía catalana

Los límites a la prescripción de los médicos catalanes están diseñados por partida triple, según el secretario general de Metges de Catalunya, Francesc Duch. El estándar de calidad de la prescripción farmacéutica marca estrategias “economicistas” bajo una “apariencia pseudocientífica”, subraya, con indicaciones “surrealistas” como restringir la prescripción de anticuerpos monoclonales en atención primaria. Además, el programa de “inteligencia activa grupal” está orientado a presionar públicamente a los prescriptores del centro que no cumplen con los objetivos, señala el portavoz. El tercer punto es la limitación a dos meses a la prescripción de los especialistas. Duch asegura que esta medida, “genuinamente catalana” fuerza al paciente a acudir a la primaria, donde las condiciones laborales son más precarias y el facultativo es más sensible a las presiones y puede acabar por modificar la prescripción.

Doble estrategia en La Mancha

Hasta hace poco, los incentivos por la prescripción se pagaban aparte de la productividad variable. Desde 2010, directamente no se pagan. Lo afirma Miguel Méndez, portavoz de CESM CL-M, que destaca que, aunque intentan disimularlo, los incentivos no miden la calidad, son muy discutibles y buscan el ahorro puro y duro. “Cuando se pagaban podían suponer el 7 por ciento de las retribuciones, ahora no tienen ningún peso”. Además, al igual que en Cataluña, se ha extendido la práctica de convocar reuniones de “apercibimiento” en las que se habla públicamente ante los compañeros de la supuesta mala prescripción de algunos facultativos, según Méndez.

Ceuta y Melilla

Los incentivos por prescripción farmacéutica pueden alcanzar un máximo de 2.625 euros en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. El principal criterio a la hora de recibir estos incentivos es el número de recetas electrónicas y la prescripción por activo. “Son medidas para contener el gasto”, subraya Leopoldo Rodríguez del Prado, vocal del sindicato CESM en Melilla, quien insiste en que estas iniciativas de ahorro no chocan con la libertad de prescripción del médico.

Algoritmos en Comunidad Valenciana

Los ahorros alcanzados en prescripción de medicamentos en la Comunidad Valenciana se sitúan entre los 100.000 y los 300.000 euros anuales, lo que se traduce en 15 millones de euros al año, según exponen fuentes del sindicato CESM. Esta cantidad no se corresponde con los incentivos que reciben los médicos, que ascienden a un máximo de 850 euros al año. Pero el principal problema que se encuentran los médicos a la hora de prescribir es de tipo informático. “Tenemos ordenadores de hace 10 o 20 años y el programa nuevo Abucasis no funciona bien”, señalan. Las mismas fuentes declaran que si el médico quiere prescribir un medicamento diferente al que aparece en el algoritmo necesita un tiempo extra. “Se premia al que prescribe más barato”, denuncian.

Contraincentivos en Galicia

Galicia tiene establecida una productividad variable de 2.600 euros anuales, cantidad que irá disminuyendo en caso de que el médico no cumpla con los criterios fijados por la Xunta. “Lo utilizan como un contraincentivo”, declara Manuel Nieto, delegado de la Junta de Personal del Área Sanitaria de Vigo de CESM Galicia. En el capítulo de farmacia existen tres indicadores: medicamentos innovadores, la prescripción por principio activo y la receta electrónica. “Si el facultativo se pasa un 1,5 por ciento en la prescripción de innovaciones terapéuticas, que son aquellas con menos de tres años en el mercado, se reduce la productividad variable”, señala.

Pactos de gestión en Madrid

Los incentivos a los médicos en la Comunidad de Madrid se fijan en función de los pactos de gestión de cada centro con los profesionales. “Desde Amyts estamos de acuerdo con la filosofía pero no en la forma en que se articula”, señala Victoria Velasco, responsable de Prevención de Riesgos laborales del sindicato. Velasco considera que los pactos deberían firmarse a principios de año, además del establecimiento de unos criterios claros para la evaluación de los facultativos. “Este tipo de pactos pretende aumentar la eficiencia pero también una correcta gestión”, añade.

Vinculados a la carrera profesional

Los indicadores de prescripción en Navarra se plasman en los pactos de gestión en AP y el cumplimiento del capítulo de farmacia es obligatorio. Rosa Alás, vicepresidenta de Atención Extrahospitalaria de CESM Navarra, subraya que la estrategia del gobierno regional ha sido ligarlos a la carrera profesional, de manera que “no haya escapatoria”. Se sienten presionados pero, al final, prescriben de acuerdo con su ética médica, destaca. La retribución de estos pactos es “miserable”, asegura, y la media ronda los 150 euros al año.