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La repercusión del hipotiroidismo durante el embarazo y su manejo fue uno de los temas destacados en el Congreso de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), recientemente celebrado en Oviedo. GACETA MÉDICA ha hablado el Coordinador del Grupo de Trabajo que se encarga de su abordaje dentro de la sociedad para realizar una radiografía de la situación actual.
Pregunta. ¿Qué incidencia tiene el hipotiroidismo en mujeres embarazadas?
Respuesta. La prevalencia estimada de hipotiroidismo en embarazadas es del 0,3-0,5 por ciento. Asumiendo esta cifra, y sobre la base de que en el año 2011 hubo 486.000 nacimientos, entre 1.400 y 2.400 mujeres embarazadas pueden no haber sido diagnosticadas. Por ello, desde nuestro Grupo de Trabajo preconizamos que se realice un cribado de función tiroidea a todas las mujeres gestantes, es decir, un cribado universal.
P. ¿Qué importancia tiene la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de los trastornos relacionados con la tiroides en mujeres embarazadas y en edad fértil?
R. El diagnóstico y tratamiento precoces del hipotiroidismo en la gestante es primordial, pues existen evidencias de que el hipotiroidismo no diagnosticado o mal controlado puede influir de forma negativa en la fertilidad, en la evolución de la gestación y en resultados del desarrollo psiconeurológico de los hijos.
Las medidas más recomendables, preventivas y para conseguir un buen estado de salud tiroidea durante la gestación, pasan por lograr un adecuado aporte de yodo (incluso mejor antes del embarazo) mediante consumo habitual de sal yodada, y frecuente de pescado marino y productos lácteos.
P. ¿Cada cuánto se deben realizar las revisiones?
R. Una vez diagnosticado e iniciado el tratamiento del hipotiroidismo en la gestación, deben hacerse análisis de función tiroidea cada 6-8 semanas, y como mínimo un control en cada unos de los 3 trimestres, para ajuste de tratamiento con L-Tiroxina (hormona tiroidea sintética).
P. ¿Qué grado de déficit de la glándula tiroidea puede afectar a la fertilidad?
R. Algunos estudios demuestran que incluso un hipotiroidismo muy leve o la presencia de anticuerpos contra el tiroides afecta a la fertilidad, y aumenta la prematuridad y la tasa de abortos.
P. ¿Qué consecuencias tendrá un mayor conocimiento por parte de la población de los trastornos asociados a esta glándula?
R. El mejor conocimiento de la relación entre gestación y función tiroidea por parte de la población general permitirá, por un lado, la asunción de medidas “saludables” para el tiroides. Y por otro, se creará conciencia de la necesidad de establecer un conocimiento del estado de función tiroidea pre-concepcional o en fases precoces del embarazo mediante analítica realizada por médico de atención primaria, ginecólogo o endocrinólogo, para inicio de tratamiento lo más precoz posible en los casos de hipotiroidismo.