Sin tener muy claro cómo influirá de forma directa en las oficinas de farmacia la desfinanciación de medicamentos que aprobará próximamente el Ministerio de Sanidad, Fernando Redondo, presidente de FEFE, asegura que superar el margen actual de ventas en OTC, que cifra en torno al 20 por ciento, será muy difícil para la mayoría de boticas.
Pregunta. Antares Consulting ha emitido un estudio donde aconseja a las farmacias vender en torno al 40 por ciento en productos de venta libre, ¿Cree que es suficiente?
Respuesta. No se puede llegar adónde no se puede. No sé si una farmacia de costa podrá llegar a ese 40 por ciento pero el común de las farmacias está en el 80/20 y por más esfuerzos que se hacen no conseguimos incrementar la venta libre.
P. Baleares, Madrid y Canarias son las comunidades que más se acercan a ese baremo, ¿qué acciones deberían tomar el resto de comunidades para impulsar la venta libre?
R. Acciones se están tomando continuamente, más o menos afortunadas. Llevamos más de 15 años con marketing, merchandising, cursos sobre exposición, identidad corporativa… Pero no hay que olvidar que la farmacia lo que dispensa son medicamentos, lo demás es algo auxiliar y tiene sus limitaciones en cuanto a la competencia en precio que se venden en otro tipo de establecimientos. Yo creo que la venta libre ya ha tocado techo, nos gustaría vender más pero la situación es la que es.
P. ¿Son las marcas de gama una opción interesante para que el farmacéutico pueda ampliar sus beneficios de productos de venta libre?
R. Claro que sí, pero no lo planteo en términos de salvamento económico de la farmacia. Puede servir, porque cuanto más se facture de venta libre y menos con cargo al SNS mejor para todos. Pero hay que analizar también que en España hemos sido muy cicateros con eso y habría que decirle a la agencia que hay muchos medicamentos para los que no es necesaria la receta médica.
P. Antares también habla de un 10 por ciento que debe cubrirse con actividades de servicio de los farmacéuticos, ¿Cuáles son las iniciativas que FEFE recomienda?
R. El problema es que los servicios que hemos prestado se han convertido en obligatorios y no remunerados. Insisto en que lo que hay que hacer es lo que se está haciendo pero bien hecho y no marear la perdiz con tantas historias. La actividad principal de una farmacia es dispensar medicamentos y lo que hay que buscar es que se remunere correctamente y no tratar de suplir con otro tipo de servicios que terminan convirtiéndose en obligatorios y no remunerados. Llevamos 15 años dándole vueltas a las mismas cosas y no creo que sean soluciones.
P. ¿Cree que el farmacéutico no ha confiado lo suficiente en los productos no financiados?
R. No es que no haya confiado, sino que hay una especie de colaboracionismo del farmacéutico que a veces no parece adecuado. Lo que ocurre es que dispensamos los medicamentos de consejo farmacéutico en menor cantidad que los de prescripción para que al cliente le salga más barato. No sé si por tratar de ganar clientela a veces tiramos piedras contra nuestro tejado. En este sentido, coincido plenamente con Anefp, creo que deberíamos potenciar más esta venta.
P. ¿Cree que estos productos pueden ser una tabla de salvación ante los recortes e impagos que sufre la farmacia?
R. Yo no me lo plantearía como tabla de salvación pero sí que deberíamos utilizar el arsenal terapéutico de consejo farmacéutico.
P. ¿Qué cree que habría que hacer para que cada vez que se desfinancian algunos productos no se vea como un trauma social?
R. Niego la mayor, no creo que haya habido un trauma social como creo que tampoco lo ha habido en anteriores medicamentazos. La gente entiende muy bien estas cosas. Pero para que las cosas funcionen bien se necesita la colaboración de todos, porque siempre se descubren los trucos para dar la vuelta y buscar el fraude. Lo que tenemos es que ser todos responsables, empezando por la administración y terminando con el usuario.
P. ¿Considera que las desfinanciaciones de fármacos puede influir en la adherencia al tratamiento?
R. Quitando algún tipo de analgésico no creo que haya problema. Los enfermos crónicos, cuyos tratamientos han sido desfinanciados, no creo que vayan a abandonar sus fármacos. No creo que la desfinanciación vaya a ser negativa en este sentido.