El COF de Tarragona organizó un curso en el que se recomendó entrar en Twitter
Los expertos destacan la agilidad de las redes y la verificación de la información
irene fernández
Tarragona
Todavía son muchos los farmacéuticos comunitarios que se preguntan cómo inmiscuirse en las redes sociales. No hay un plan definido, tampoco normas establecidas. La web 2.0 supone un cambio de mentalidad, de trabajo, y aún se encuentra en un continuo desarrollo incipiente. Ante las dudas, tres pasos se perfilan como imprescindibles para todo aquel boticario que quiera iniciarse en el entorno de la salud 2.0: conocer quién está del sector en las redes sociales a través de Wikisanidad, mantenerse al día con suscripciones a través de las RSS a las fuentes de información que más interesen, y finalmente participar en el microblogging más potente, Twitter.
Esos fueron los consejos que Mónica Moro, e-business y community manager del Grupo Menarini España, transmitió durante el primer curso sobre 2.0 aplicado a la farmacia, que se celebró la semana pasada en el Colegio de Farmacéuticos de Tarragona. “Primer consejo: escucha. Después, participa”, transmitió esta profesional a los farmacéuticos.
Los pilares básicos en los que se asienta toda comunicación farmacéutica y sanitaria en la web 2.0 pasan por la promoción y educación de la salud, la publicación de alertas de productos defectuosos o de riesgo para la misma, y el intercambio de información entre profesionales sanitarios. “La oficina de farmacia tiene mucho que decir sobre educación para la salud, tiene que estar ahí”, incidió Moro.
Pero, ¿qué aporta el 2.0 en el día a día farmacéutico? Tal y como resaltó Miguel Ángel Tovar, farmacéutico, consultor y director asociado del Grupo Contenidos en Barcelona, “agilidad, mejor comunicación y actualización rápida de nuestros conocimientos”. Y es que, uno de los principales valores de las redes sociales es su capacidad de difusión y de posibilitar una comunicación más directa. Redes como Foursquare, en donde los usuarios realizan check-ins en los locales que visitan mientras comparten recomendaciones y opiniones, también son útiles para las boticas de cara a promociones o cupones descuento. Además, la agilidad y el ahorro de tiempo es otra gran ventaja.
En el caso de la comunicación entre profesionales sanitarios, también se resaltó la necesidad de facilitar la creación de blogs para la comunicación entre empleados, así como verificar siempre la información. “El farmacéutico es una fuente fiable de información”, enfatizó David Rovira, farmacéutico coordinador del Grupo de Trabajo 2.0 del COF tarraconense.
Sobre la verificación de la información, Tovar comentó que ya se empieza a hablar de la aplicación de un sello de calidad en la información que se publica. Por ejemplo, desde el COF de Tarragona se trabaja en un sistema de verificación de la información de diferentes webs que hablan sobre salud. De este modo, una vez demostrada la autentificación se otorga el sello. Por ejemplo, una web que cuenta con un sello de este estilo es la de la Fundación para la Investigación Biomédica del Hospital Carlos III.
Código interno
Un ejemplo destacado en el curso de botica 2.0 fue el de la almeriense Farmacia Ayala (ver EG núm. 510). En el caso de los colegios, el de Tarragona ha interiorizado las redes sociales en su actividad diaria, ya que, como explicó Rovira, creó su propio código interno, montó un grupo de trabajo sobre 2.0 y se marcó, entre otros objetivos, el reconocimiento de este entorno “no sólo como una red para pasar fotos entre amigos, sino como una red que facilita el trabajo”. Por ello, el colegio organiza más charlas sobre 2.0 y estudia impartir cursos de formación a sus colegiados. “Queremos que la comunicación entre colegiados sea mucho más fluida”, precisó el presidente de los farmacéuticos tarraconenses, Andreu Suriol.