Santiago de Quiroga | viernes, 11 de mayo de 2012 h |

Algunas iniciativas cumplen, sencillamente, sus expectativas. Pero al hacerlo, el resultado es siempre mayor de lo inicialmente previsto. En este grupo de iniciativas se encuentra el Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS), que ha lanzado el primer Barómetro de la Sanidad privada, donde el secretario general, Juan Abarca Cidón, está siendo uno de sus más activos miembros. Tratar de impulsar la sanidad privada, poniendo de manifiesto hechos, es una buena manera de ir acabando con los tópicos. La sanidad privada tiene en su uso su mayor aliado, ya que cuanto más se utiliza mejor es su valoración: un notable alto. Y la valoran así los que han utilizado también la sanidad pública. Nueve millones de personas se benefician de la sanidad privada, donde trabajan 250.000 profesionales.

La sanidad se debe reinventar, pero hay que hacerlo sin complejos. Que el dinero sea público es algo que nadie cuestiona, pero la provisión puede ser privada. Los funcionarios sí pueden elegir entre un seguro privado o la sanidad pública; se trata de una elección que beneficia a la sanidad en su conjunto. El barómetro puso de manifiesto que son los servicios sanitarios lo que se valora en la privada, más que la comodidad. Otro tópico que se ha venido abajo. Sin la sanidad privada, la sanidad no puede reinventarse.

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