| viernes, 03 de diciembre de 2010 h |

Santiago de Quiroga

El Senado fue escenario del debate sobre la falta de financiación del sistema sanitario, un déficit crónico. Si no actuamos, deberán rescatar al sistema tarde o temprano. La petición que se viene produciendo persistentemente de que desde las autonomías se participe en la fijación del precio de los medicamentos, oculta el verdadero problema: ¿es una cuestión de precio o hablamos de financiación? España debe incrementar la inversión en sanidad pública, que se sitúa en el 6,5 por ciento del PIB, por debajo de nuestros vecinos. Tenemos un sistema sanitario que utiliza los recursos que no tiene, y se pretende atajar el problema. Atajos como implantar diez medidas de recortes de precios y márgenes en diez años. ¿Queremos ser más eficientes? La fórmula parece sencilla. Hagamos caso a Gary Becker, Nobel de Economía de 1992, que decía que la demanda de los bienes gratuitos tiende al infinito. Actuemos sobre la demanda no necesaria, sobre los pacientes “hiperfrecuentadores” que saturan el sistema sanitario, ahorremos el 20 por ciento de los costes concediendo la gestión privada de hospitales, como reconoce Luis Rosado, de la Comunidad Valenciana. O sigamos el modelo que quiere aplicar Rafael Bengoa en el País Vasco con los enfermos crónicos, que utilizan el 80 por ciento de los recursos sanitarios. Definamos un nuevo sistema de atención sanitaria, más ágil, más práctico, utilizando las nuevas tecnologías. Innovemos ahora.