| viernes, 10 de septiembre de 2010 h |

Santiago de Quiroga

El Sistema de Precios de Referencia nació el 29 de junio de 1999 mediante un decreto publicado ese día en el BOE. Que los precios de referencia (PR) los empezó el PP con las críticas del PSOE y, cuando llegó el PSOE al poder profundizó y realizó modificaciones sobre dicho sistema hasta conseguir empeorarlo, si cabe, forma parte de la historia de la farmacia. Los PR son un bodrio legal (bajan precios ya negociados), no estimulan el mercado de genéricos (les baja el precio igualmente), estimulan las malas artes (expedientes que aparecen para bajar el precio aún más) y se calculan por un mecanismo que compite con el principio de entropía, máximo exponente del desorden del sistema, de la incertidumbre existente.

En los últimos años, las imprecisiones e improvisaciones con los PR se han incrementado hasta llegar a injusticias, únicamente permitidas porque el fin justifica los medios: ¡abajo con los precios de los medicamentos! El control del gasto y la obsesión sobre éste, estimulada por la crisis, ha hecho que hasta un 25 por ciento de los precios utilizados en el cálculo entrópico sea… ¡con medicamentos que no se han comercializado! Esto demuestra que se trata de un sistema anticompetitivo, ya que la competencia es falsa, es un invento, una artimaña. ¿Se necesitan más argumentos para desmantelar los PR?