Santiago de Quiroga | viernes, 04 de mayo de 2012 h |

Durante años han caminado literalmente entre elefantes. Buscando nichos de mercado, realizando la investigación o el desarrollo que conseguían en muchos casos con cierto rendimiento, y han conseguido buscarse un hueco… Hasta hoy. Las que consiguieron dar el salto a grandes empresas, hoy sufren como toda la industria, con el inconveniente adicional de que en España no somos tan chovinistas, y lo nuestro no lo protegemos tanto como nuestros vecinos franceses. Un tamaño mayor ha permitido a las cuatro grandes farmacéuticas (Almirall, Esteve, Grupo Ferrer y Rovi) desarrollar toda una gama de productos basada en la investigación y desarrollo, pero también en la producción, atravesando las fronteras españolas.

Pero en el camino se han quedado otras más pequeñas: Juste, Salvat, Uriach… Han tenido que dejar la carrera, desprenderse de algunos de sus negocios y casi reducir a la mínima expresión su presencia en el mercado farmacéutico español, víctimas de un mercado que se viene abajo, que no paga y que no tiene hueco para todos. Ya no. La cuestión es ¿estamos dispuestos a desaparecer como país en materia de investigación de empresas de capital español? Nadie duda de que hay que cambiar la forma de gestionar las empresas, todas. Como dice Kevin Roberts: “Cuando soplan vientos de cambio hay que construir molinos, no paredes”.

@SANTIDEQUIROGA en twitter