| domingo, 18 de enero de 2009 h |

Santiago de Quiroga

Ha sido una de las muchas actuaciones llevadas a cabo por el hiperactivo Colegio Oficial de Farmacéuticos de Valencia, y aunque es difícil prever el resultado, la idea misma de presentar una solicitud de investigación al presidente de la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo, es una buena jugada. Pero el éxito de su admisión a trámite también viene dado por el formato de la propuesta: se sumaron a la misma una veintena de organizaciones de pacientes regionales y nacionales, lo que es una decisión muy inteligente. Pacientes satisfechos con el modelo de farmacia, ven también intereses excesivamente mercantilistas en la pertinaz insistencia de la DG de Mercado Interior contra España.

Nadie sabe, cuando emprende una lucha en defensa de sus ideas e intereses, qué tecla será la que más le aproxime a su objetivo. Pero tras el informe positivo de Yves Bot con el que cerramos 2008 —que tan favorable se mostró hacia los modelos de farmacia regulados—, es una nueva vuelta de tuerca.

Y es que por mucho que la crisis favorezca los vientos liberalizadores, las regulaciones que protegen al consumidor y permiten un acceso cercano a la farmacia, deben prevalecer. Lo único que puede hacer que esto no sea así son intereses de cualquier otro tipo —que también denunció Pedro Capilla, presidente del CGCOF—. Cada vez veo más coincidentes, de nuevo, al COF de Valencia y al CGCOF en aquello que defienden los farmacéuticos, el Gobierno, los pacientes y consumidores.