Cambiar el modelo y hacer que el paciente sea más autorresponsable es un buen camino para todos: cuentas, salud y sistema asistencial. Pacientes más responsables y que se ocupen de su autocuidado. Parte de las piezas requeridas para este puzle es el tipo de asistencia sanitaria: hay que fomentar una estructura que se apoye en atender a los crónicos, como muy bien está planteando el País Vasco. Los agudos y los síntomas menores tienen otras necesidades. El autocuidado, pues, debe aliviar la Atención Primaria, y al mismo tiempo descongestionar la Atención Especializada, lo que ayudaría a las listas de espera ¿Qué herramientas tendrán los pacientes españoles para su autocuidado? Los medicamentos sin receta cumplen esa función en países de nuestro entorno, con un mercado “sin receta” del 15 por ciento y más allá, donde España lidera por la cola con casi un 6 por ciento del total de ventas “sin receta” vs. el total de medicamentos. El 73 por ciento de los fármacos desfinanciados tienen un precio de menos de cinco euros. El IPC de medicamentos lleva siete años bajando, y en 2011 supuso una variación de -11,5 por ciento. El mismo miedo a que nos caiga un meteorito es el que debe tener alguien de que el IPC de los “sin receta” se altere por subidas: no tiene masa crítica, ni duplicando su mercado. Pero antes se requiere de “sin receta” y de facilitar el cambio.
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