| viernes, 04 de diciembre de 2009 h |

Santiago de Quiroga

La semana pasada se produjo en el seno de la Comisión Europea algo más que el nombramiento de los 26 miembros del Colegio de Comisarios. La DG Health & Consumers (SANCO, por sus siglas en francés) ha asumido competencias clave en asuntos farmacéuticos, algo que hemos venido contando desde EG. Ahora hay que ponerse a asumir el nuevo enfoque y trabajar con una perspectiva de salud pública.

La DG de Salud y Consumo ha sido una cartera menor en manos de un Estado miembro sin demasiado peso. Ahora es una cartera atractiva, pero pasa de Chipre a Malta (el país de origen de su comisario, John Dalli) porque el equilibrio debe mantenerse: países con fuerte presencia farmacéutica (Reino Unido, Francia y Alemania) estarían muy interesados en esa cartera.

Pero hay más. El tratado de Lisboa ya es efectivo desde el 1 de diciembre pasado. Un artículo del mismo que desarrolla la participación —el artículo 11— establece que las instituciones europeas, a través de los medios apropiados, deben dar a los ciudadanos y asociaciones la oportunidad de ser escuchados e intercambiar sus visiones. Estamos ante la formalización del diálogo social y sanitario en el seno de la Unión Europea.

Para que el diálogo sea efectivo se requiere definir las reglas, los mecanismos y los criterios que se aplicarán. Estaremos muy pendientes.