No puedo negar cierto aire de polémica en el título de la jornada “Cien días de la PPA” que organizamos desde EG para estrenar el Auditorio Contenidos. No se trata tanto de intentar responder a la pregunta retórica como de preguntarnos si hemos llegado al final de algo. El final de las marcas es utópico, pero que hemos llegado al final de una etapa, en la que las marcas y los principios activos van a convivir de una manera muy diferente, parece una realidad.
Una de las mejores etiquetas que hay en consumo es Hacendado, la marca blanca de Mercadona. En el mundo del medicamento, una buena marca es también el nombre de la compañía de genéricos: garantía de calidad para usuarios y sanitarios, sin duda. Entre genéricos y marcas no hay polémica, hay las legítimas discusiones sobre patentes cuando las hay, pero ambos saben que uno sin el otro no tiene razón de ser. Sí hay controversia con el hecho de incorporar la prescripción por principio activo cuando el medicamento no tiene genérico; una forma de acabar con las co-marcas bastante eficaz. La gran pregunta, ¿ahorra la PPA?, tiene múltiples respuestas. Ahorra la rebaja del precio de los medicamentos y los precios de referencia (PR) bajando hasta el infinito y más… Sobre todo calculando el PR con productos sin comercializar. Pero el mismo ahorro se hubiera conseguido sin PPA. ¿No?
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