Santiago de Quiroga | viernes, 27 de enero de 2012 h |

En sede parlamentaria, el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, habló de un 1,4 por ciento de déficit en su comunidad, y días después la consejera de Hacienda de su Gobierno, Carmen Martínez, ha hablado de un 3 por ciento. ¿Qué demuestra esto? Que no sabe lo que debe o sabe y calla. Ambas cosas, malas. Andalucía guarda facturas en los cajones y no paga, el susto de la deuda puede ser descomunal y tiene en el centro a las empresas farmacéuticas. ¿De qué sirve un sistema sanitario público que no paga sus deudas?

Andalucía es un agujero negro en materia sanitaria y sus cifras un enigma. Lidera la deuda sanitaria de los medicamentos (solo de esta partida debe a la industria 1.500 millones). ¿No nos parece que ya es hora de echar abajo este insostenible “gratis total”? La demagogia de mantener lo que ningún país mantiene puede empujarnos al precipicio. Médicos que no cobran, sector al borde de la ruina, investigación que no se fomenta… ¿Puede esto seguir así? Esta semana EG anuncia que Galicia y Madrid se unen a Cataluña para cambiar el copago farmacéutico. Algo se mueve, de una vez, para dejar la esquizofrenia de hacer lo mismo de siempre y esperar un resultado diferente, como decía Albert Einstein. ¿Queremos que las cuentas sanitarias salgan? Hagamos algo diferente, miremos a Europa y dejemos de liderar el sistema más gratuito e insostenible que existe en el mundo.

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