Enrique Pablos Ibáñez
Burgos
Daniel Rodenstein encabeza en la actualidad el grupo europeo de especialistas denominado Cost B-26, que centra sus trabajos en la elaboración de una directiva comunitaria que vincule la apnea del sueño con los accidentes de tráfico. Según reconoce Rodenstein, habría que unificar los criterios a la hora de acceder al carné de conducir.
Pregunta. ¿Qué vinculación tiene el sueño diurno con los accidentes de tráfico?
R. Tener sueño implica estar menos alerta. Esto, a su vez, implica menor velocidad de procesamiento de las informaciones en el cerebro y por ende aumento del tiempo de reacción ante hechos imprevistos, lo que puede llevar a tener accidentes de tráfico.
P. ¿Quiénes son los conductores con mayor riesgo de sufrir un accidente de tráfico?
R. La causa más frecuente en sujetos normales es la falta de sueño, y su remedio es no conducir con menos de cinco horas de sueño en la noche previa. Más aún si se conduce de noche, cuando el nivel de alerta está en las mínimas.
P. ¿Qué se tiene que hacer ante esta patología?
R. Parece ser la causa más frecuente de origen médico. De todas las enfermedades que pueden alterar la conducción de vehículos, las apneas del sueño parecen ser la que más frecuentemente se asocian con accidentes. Si la enfermedad se trata adecuadamente, este riesgo aumentado desaparece totalmente.
P. ¿Cómo se puede detectar si alguien padece esta enfermedad?
R. Los signos más frecuentes son el ronquido fuerte habitual, especialmente si hay al mismo tiempo periodos de silencio entre los ronquidos (paradas respiratorias), sueño no reparador, cansancio diurno, inatención, irritabilidad y obesidad.
P. ¿La apnea de sueño se puede prevenir?
R. Prevenir no, excepto evitando la obesidad. Tratar sí.
P. ¿En qué momento se encuentra la labor investigadora de su tratamiento?
R. Tenemos un tratamiento eficaz, pero cerca del 15 por ciento de los pacientes no lo tolera. Creo que el paso a dar es contar con un tratamiento alternativo que permita recuperar los enfermos que no toleran el tratamiento actual.
P. Actualmente trabajan en la elaboración de una directiva comunitaria que relaciona apnea y accidentes. ¿Qué pretenden con esta herramienta?
R. Actualmente sólo diez países en la Unión Europea reconocen las apneas del sueño como causa potencial de accidentes de tránsito. De modo que los conductores de los otros 17 países no deben declarar si tienen apneas del sueño, ni si tienen síntomas sugestivos de la enfermedad, de modo que se puedan tomar medidas adecuadas para que la enfermedad no represente un riesgo para estos conductores ni para los demás. La idea es incluir las apneas del sueño dentro de la lista de enfermedades que conllevan riesgo para conducir, y adoptar las medidas médicas adecuadas para reducir este riesgo.
P. ¿Existe suficiente conciencia social en Europa en esta materia?
R. Se puede mejorar, pero el tema de los accidentes de tráfico no es un tema olvidado. El consumo de alcohol es algo bien conocido, pero cabría mejorar las nociones ligadas a la necesidad de dormir bien antes de conducir, y al efecto de ciertas enfermedades y de ciertos medicamentos sobre la capacidad de conducir.
P. ¿Qué mensaje surgirá del Protocolo de Burgos?
R. Que para conducir hay que estar alerta, despierto y concentrado. Que hay que descansar de vez en cuando, que el consumo de medicamentos puede rebajar nuestro nivel de alerta y que ciertas enfermedades representan un riesgo al volante.