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Barcelona
El cese de actividades de la empresa de comunicación por pantallas Novax dejó el pasado mes de diciembre en la estacada a cerca de 1.400 oficinas de farmacia. Pero no sólo las dejó sin servicio, sino que también con una deuda contraída con diversas entidades financieras con las que tenían firmado un acuerdo de renting por el que debían seguir pagando mensualmente a pesar de no recibir ese servicio.
Por ese motivo, la Federación de Farmacias de Cataluña (Fefac) anunció la semana pasada que emprendería acciones legales para demandar judicialmente a las entidades financieras (Banco de Santander y General Electric) por “las cláusulas abusivas” establecidas en estos contratos de renting. Unas acciones legales que según la patronal catalana “no supondrán coste alguno para las farmacias”.
Desde Fefac se indicó que una vez que lleve el tema a los tribunales y en el caso de que estos dicten una sentencia favorable a sus pretensiones, “los perjudicados podrían dejar de pagar la cuota de renting y tendrían más fuerza para poder rescindir sus contratos por incumplimiento en el servicio de mantenimiento”. Asimismo, estima que, en ese caso, “afectaría no sólo a los contratos derivados de Novax, sino a todos aquellos en que se hayan utilizado las mismas cláusulas generales”.