Los servicios de Inspección de las Comunidades Autónomas ya han concedido cerca de 200 certificados a otros tantos almacenes de distribución de medicamentos tras confirmar que sus instalaciones cumplen con lo estipulado en la guía de buenas prácticas de la distribución (GBP) con la que se pretende armonizar criterios y procesos de calidad en toda Europa.
Este dato ha sido ofrecido por la jefa del departamento de Control e Inspección de la Agencia Española del Medicamento (Aemps), Belén Escribano, durante su participación este jueves 17 de marzo en una jornada técnica sobre seguridad en la cadena del medicamento organizada en Bruselas por la patronal europea de la distribución (GIRP). En ella, Escribano ha pronunciado la conferencia “Qué podemos aprender de la experiencia de las primeras inspecciones”, en la que también han indicado sus pareceres otros representantes de sistemas sanitarios europeos.
La representante nacional ha concretado que el periodo de validez de estos certificados ya emitidos en España en variable según cada caso y oscilan entre los seis meses y los cinco años. Asimismo, ha destacado que el principal objetivo del Comité Técnico de Inspección creado por la Aemps es la armonización de los procedimientos entre los distintos servicios de Inspección autonómicos y el mayor información. Cabe recordar que una queja común en el sector de la distribución farmacéutica nacional hace referencia a los distintos ritmos y criterios que siguen los servicios de inspección de cada CC.AA y que provoca que “lo que vale en una región no sirva en otra”. Una suerte de “dime donde se encuentra tu amacén y te dirá cuán de difícil será conseguir la autorización”, como exponía recientemente a EG un dirigente de una compañía mayorista. Por tanto, ese Comité Técnico tendría como fin homogenizar criterios.
Otro de los asuntos que se están debatiendo en esta jornada técnica organizada por la Asociación Europea de Distribuidores de Salud —nueva denominación de la patronal europea del ramo— es cómo controlar la temperatura en el trasporte de medicamentos desde el almacén a la oficina de farmacia (otra de las exigencias de esta Guía de Buenas Prácticas y de la Directiva Europea Antifalsificación. En este sentido, los representantes de la distribución han apostado por “límites aceptables” en el control de temperaturas frente a límites inflexibles. También se han presentado las últimas novedades en el equipamiento de vehículos transportadores de fármacos, algunos de los cuales cuentan con dobles compartimentos a distintas temperaturas (entre 2 y 8 grados, y entre 15-25) o la posibilidad de modular distintos sistemas de enfriamiento en el mismo vehículo (sistema pasivo y activo) según se trate de distancias cortas o largas.