A mediados de febrero la compañía americana marcó su mínimo anual

En marzo ha recuperado posiciones, aunque pierde en 2009 un 12%

| 2009-04-12T18:02:00+02:00 h |

l. díaz

Madrid

La evolución de Bristol-Myers Squibb (BMS) en el último año ha venido marcada por cierta volatilidad, en consonancia con el comportamiento general de los mercados, y ha oscilado dentro de una amplia banda, limitada entre 16 y 24 dólares. Así, marcó un máximo el pasado mes de diciembre y un mínimo en octubre. Este comportamiento ha mantenido en cierta medida el perfil de años anteriores, ya que desde 2002 BMS se mueve en este entorno, muy lejos de su máximo histórico marcado a finales de 1999, cuando se acercó a los 80 dólares.

En el presente ejercicio, este valor acumula una caída del 12 por ciento, en línea con la media del sector farmacéutico. Su comportamiento en estos tres primeros meses de 2009 presentó una primera fase bajista, hasta mediados de febrero, con una progresiva pérdida de posiciones. Esta situación se agravó en la segunda mitad de febrero, en la que llegó a marcar su mínimo del año. En marzo comenzó su recuperación, inicialmente muy intensa, aunque posteriormente se ha ido atemperando. En la comparación interanual acumula una caída del 5 por ciento, que es sensiblemente menor que la de muchos de sus competidores.

Sus resultados del cuarto trimestre de 2008 fueron valorados muy positivamente por el mercado, que los recibió con una subida de la acción del 3 por ciento, al superar las estimaciones de los analistas. Cabe destacar un resultado de las operaciones ordinarias de 1.200 millones de dólares (900 millones de euros), cifra que contrasta con las pérdidas de 192 millones de dólares (144 millones de euros) del mismo periodo del año anterior. En estos resultados influyó el excelente comportamiento de su fármaco Plavix, con un crecimiento de su facturación del 7 por ciento, hasta los 1.470 millones de dólares (1.100 millones de euros), así como unos resultados extraordinarios obtenidos por la venta de su participación en la sociedad ImClone Sistemas a Lilly, operación que le reportó un beneficio de 582 millones de dólares (440 millones de euros).

Las ventas del trimestre ascendieron a 5.250 millones de dólares (3.950 millones de euros), ligeramente por debajo de las del cuarto trimestre de 2007. La división farmacéutica aportó el 87 por ciento del negocio, con un crecimiento del 4 por ciento, mientras que la división nutricional sumó el 13 por ciento restante, con un incremento del 6 por ciento.

Entre los fármacos con un comportamiento más destacado cabe mencionar, además de Plavix, a Sustiva (virus VIH), con un crecimiento del 15 por ciento, y Abilifi (desórdenes bipolares), cuyas ventas aumentaron un 31 por ciento, hasta los 606 millones de dólares (450 millones de euros). Mientras, por el lado negativo cabría mencionar a Erbitux (cáncer de colon), que ha visto caer su facturación un 2 por ciento.

Resalta también el buen comportamiento de los gastos, que comienzan a reflejar los esfuerzos que viene realizando el grupo en este apartado. Su objetivo es lograr unos ahorros anuales en torno a los 2.500 millones de dólares (1.900 millones de euros), con medidas que incluye tanto el cierre de plantas productivas como el recorte de la plantilla.

Por otro lado, en relación con su posible comportamiento en bolsa, se debe señalar que los analistas han fijado un precio medio objetivo de 24 dólares, un 10 por ciento superior a su cotización actual. Su comportamiento va a venir determinado tanto por la evolución general de los mercados como por la evolución de los resultados de la compañía, así como por posibles rumores que puedan situar esta compañía en el centro de alguna operación de compra, tal y como ocurrió recientemente cuando surgieron acerca del posible interés de Sanofi-Aventis por tomar en control de este grupo farmacéutico.