| miércoles, 31 de marzo de 2010 h |

Santiago de Quiroga

Apenas ya hemos vuelto y algunos no querrían haber regresado: el sector sanitario está en el centro de un huracán llamado Plan de Austeridad que pretende recortar el déficit público generado cuando no se quería reconocer que estábamos en crisis, y los cheques-regalo a los españoles iban y venían a embarazadas, autónomos y empresarios. Y ahora toca sacar el dinero de otros lugares.

Lo peor no es el titular tan gráfico que saca EG esta semana a propósito del recorte farmacéutico: ahorrará 5 días de factura. Lo peor es que ya Salgado amenaza con darle otra vuelta de tuerca en dos meses al sector sanitario y a la Ley de Dependencia. Ya saben, esa ley que hace que llamen a la hija de una mujer que falleció hace 6 meses, tras 2 años de espera a recibir una compensación por incapacidad, que ya nunca disfrutará. Le ha pasado a un compañero de Contenidos. De esa ley tan poco eficaz van a recortar aún más; pues que se preparen los nietos a recibir llamadas por la pensión de sus tatarabuelos ya fallecidos.

No sé si será ingeniería contable, pero me da que otro remiendo vendrá porque los números siguen sin salir. Y la improvisación amenaza.

En otro orden de cosas, no se pierdan la foto de la página 2 de EG: ¿les parece que hay mal rollo entre la presidenta y el ya ex consejero Güemes? A mí tampoco. Ahora que sigan las hipótesis.