Las boticas más afectadas son aquellas que facturan entre 600.000 y 900.000 euros

Las últimas decisiones legislativas no mejorarán las perspectivas de futuro del sector

| 2010-05-28T16:29:00+02:00 h |

ORIOL MASPONS

Barcelona

La aprobación del RDL 8/2010, que ha supuesto un nuevo varapalo para la economía de las oficinas de farmacia, coincidió con la aparición del Informe Anual de Oficinas de Farmacia, el denominado Informe Aspime, que ha vuelto a incidir que, año a año, la rentabilidad de las boticas españolas está en caída libre. Así se puso de manifiesto la semana pasada en su presentación en el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Barcelona, donde se indicó que mientras “los gastos fijos han seguido subiendo la rentabilidad ha caído a mínimos”.

El informe, elaborado por Aspime, asesoría especializada en oficina de farmacia, con la colaboración del COF de Barcelona y patrocinado por el Club de la Farmacia de Almirall, analizó los datos fiscales de 775 oficinas de farmacia de toda España correspondientes al ejercicio de 2008. ¿La conclusión? Las disposiciones legales para el control del gasto farmacéutico han dejado contra las cuerdas las economías de las farmacias españolas.

En este sentido, cabe destacar que el informe pone de manifiesto que las boticas que más han sufrido son aquellas cuya facturación se mueve en la horquilla de los 600.000 y 900.000 euros al año, seguidas de las que facturan más de 1.200.000 euros anuales. Un menor impacto en sus economías, aunque también importante, lo sufrieron las que presentaron una facturación entre 300.000 y 600.000 euros al año y las que se movieron en la franja de 900.000 y 1.200.000 euros.

El informe también refleja el índice de esfuerzo fiscal. Es decir, el número de meses que el farmacéutico ha de trabajar sólo para pagar la cuota impositiva anual. A este respecto, las farmacias con un mayor índice de esfuerzo fiscal son las que facturan entre 900.000 y 1.200.000, en las que los farmacéuticos han de trabajar 4,01 meses para satisfacer sus cuentas con las arcas públicas. A éstas les siguen las boticas con una facturación anual superior a los 1.200.000 euros, 3,97 meses; las que se ubican entre los 600.000 y 900.000 euros al año, 3,29 meses; las que se encuentran entre 300.000 y 600.000 euros anuales, 2,56 meses; y, finalmente, las que están por debajo de los 300.000 euros anuales, 2,17 meses. Un esfuerzo fiscal que, según los autores del informe, “supone una importante anticipación en el pago de impuestos frente a otros colectivos”.

Igualmente, el informe hace el perfil de la farmacia media española y hace una radiografía exhaustiva de la misma. Así, la farmacia media española, según Aspime, presentaría una facturación bruta de medio millón de euros anuales, que tendría un margen bruto del 27,76 por ciento y uno neto después de impuestos del 9,43 por ciento, con un porcentaje destinado a inversiones del 3,12 por ciento. Con estos parámetros, el informe concluye que, a pesar de que en 2008 se produjo una leve mejoría del margen bruto, ésta no es paralela a la del margen neto, que se estabilizó con una leve curva descendente.

Asimismo, se analizó la situación laboral: la plantilla media de una de una farmacia en 2008 fue de 3,33 trabajadores; se registró un incremento de personal de un 0,11 por ciento respecto a 2007 y un incremento del 0,33 por ciento respecto al año 2006. Algo que las nuevas medidas aprobadas por el Gobierno podrían echar al traste.

Con estos resultados sobre la mesa, Juan Antonio Sánchez, socio coordinador de Aspime, manifestó que “los datos demuestran que la oficina de farmacia pierde año tras año rentabilidad, que las amenazas sobre el futuro son graves y que uno de los grandes logros del sector, mantener empleo femenino y de calidad, está en riesgo más que nunca”. Igualmente, precisó que no creía que “las últimas decisiones políticas registradas en los dos últimos años mejoren el panorama”.