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Madrid
No cabe duda de que una de las mayores complicaciones a la hora de preparar un viaje estriba en saber racionalizar el espacio disponible en la maleta. En ella, según sugiere la Asociación para el Autocuidado (Anefp), siempre debe reservarse un hueco para la inclusión de un pequeño botiquín con diversos medicamentos que eviten la aparición de leves problemas de salud que pueden impedirnos disfrutar de las vacaciones.
Entre ellos, según Anefp, no pueden faltar los analgésicos, antidiarreicos y sueros de rehidratación oral, especialmente si el viaje tiene como destino un país exótico. Asimismo, recomienda contar con materiales básicos de desinfección, que eviten complicaciones derivadas de quemaduras, picaduras o trastornos gastrointestinales. En el caso de que el viajero desee llevar consigo un botiquín lo más completo posible, “también debe incluir antiácidos y repelentes de insectos que eviten las picaduras”, manifiesta Rafael García Gutiérrez, director general de Anefp.
El medio de transporte escogido para el viaje también invita a llevar productos para prevenir los mareos: comprimidos, chicles o jarabe para los niños. “Los fármacos a incluir en un botiquín de viaje se pueden obtener en boticas sin receta, al estar destinados a la prevención y alivio de dolencias leves”, señala García Gutiérrez.