La compañía ha logrado corregir la línea bajista con la que inició el año
En el acumulado de 2009, Amgen presenta una caída del 17%
L. DÍAZ
Madrid
La acción de Amgen ha conseguido estabilizarse en las últimas semanas tras la fuerte caída que experimentó en la primera parte de marzo. Este valor ya inició 2009 con una tendencia ligeramente a la baja, perfil que mantuvo en los meses de enero y febrero. Sin embargo, en marzo experimentó una brusca corrección que le llevó a marcar su mínimo del año. Afortunadamente en las últimas semanas Amgen ha sido capaz de corregir esta evolución y estabilizarse, si bien en el acumulado de este ejercicio presenta una caída del 17 por ciento, casi el doble de la pérdida media que experimenta el sector farmacéutico.
Al igual que otros valores de la industria farmacéutica, la acción de Amgen estuvo afectada negativamente por las intenciones expresadas por la nueva Administración americana en la línea de potenciar a medio plazo la utilización de los fármacos genéricos y vigilar aquellas prácticas que puedan retrasar la salida al mercado de este tipo de fármacos.
Los últimos resultados publicados por este grupo, correspondientes al cuarto trimestre del pasado año, presentan unas ventas de 3.750 millones de dólares (2.830 millones de euros), en línea con las del mismo periodo del año anterior. En este comportamiento ha habido dos impactos de signo contrario que se han contrarrestado. Por un lado, la caída de las ventas del segmento de anemia, compensada por el buen comportamiento de determinados fármacos, como por ejemplo Neulasta, destinado al tratamiento de diversos tipos de infección, cuyas ventas ascendieron a 913 millones de dólares (690 millones de euros), un 7 por ciento más que en el ejercicio anterior, así como Enbrel, utilizado contra la artritis reumatoide. Por otro lado, el beneficio en ese periodo ascendió a 961 millones de dólares (725 millones de euros), lo que supone un crecimiento interanual del 15 por ciento. Este crecimiento se sustentó en un riguroso control del gasto, con caídas tanto en los costes de comercialización como en los de investigación y desarrollo, esto último debido a la finalización de algunos proyectos que se encontraban ya en fase final.
En relación con su posible comportamiento en bolsa a corto-medio plazo, cabe señalar que los analistas pronostican un precio objetivo para un horizonte de 12 meses de 67 dólares, precio muy alejado de su nivel actual, más de un 40 por ciento, y que parece difícil de alcanzar si se tiene en cuenta la línea de evolución mostrada por Amgen en los últimos meses. No obstante, su tendencia básica comienza a ser ligeramente alcista, pendiente que se podrá consolidar a media que el escenario actual de recuperación de los mercados se afiance. Esta circunstancia debería determinar un comportamiento al alza en el presente ejercicio, con recuperación, al menos parcial, de parte del terreno cedido el pasado año.
Su evolución también puede venir determinada por posibles rumores sobre Amgen como posible objetivo de compra por parte de alguna de las grandes del sector, como así ocurrió el pasado mes de febrero. En todo caso, dado el elevado valor en bolsa de esta biotecnológica, líder a nivel mundial en su segmento, se trataría de una operación que pocas farmacéuticas podrían abordar.
El atractivo de Amgen, además de en su cartera de fármacos actualmente en el mercado, radica muy especialmente en su línea de proyectos, algunos de ellos en fase muy avanzada, que incluye algunos fármacos de gran potencial. En este sentido, cabe mencionar que recientemente la casa de bolsa de JP Morgan ha revisado al alza su recomendación sobre este valor, y ha valorado muy positivamente el potencial del nuevo fármaco denosumab, destinado a combatir la osteoporosis, que puede compensar la caída en ventas de su línea contra la anemia.