José María López Alemany Director. División de Consultoría de Wecare-u. | viernes, 25 de julio de 2014 h |

Ya se nota que están a la vuelta de la esquina las vacaciones y, como es costumbre, vienen acompañadas de anuncios y cambios de los que estremecen al sector. Esta semana ha sido prolija en ellos. El más relevante ha sido el de las 255 medidas recogidas por el Ministerio de Hacienda, supuestamente de las comunidades autónomas, en las que vuelve a situar a la Sanidad en el punto de mira. Pero este listado no ha sido la única noticia relevante de la semana. Por un lado, Andalucía ha vuelto a dar la nota con la comunicación de la adjudicación de sus cuartas subastas y, por otro, se ha producido el anuncio de Sanidad de la financiación de Olysio (simeprevir DCI) para tratar la hepatitis C.

Empezando por este último, creo que la cuestión es mucho más relevante de lo que podría parecer. Sanidad se ha valido del medicamento de Janssen para marcarse un tanto en lo político y al tiempo ha dado un giro copernicano en materia de precio, financiación y acceso al mercado de la innovación. En plena tormenta por el ‘caso Sovaldi’, Sanidad ha podido salir ante la opinión pública asegurando que ha logrado en tiempo récord, y vaya si lo ha sido, la financiación del último medicamento para la hepatitis C y, encima, a un coste ajustado, techo de gasto mediante. Además, como ya comenté hace unas semanas (ver EG núm. 663) Sanidad ha fomentado la competencia entre empresas para bajar los precios finales de adquisición. Tanto es así, que fuentes de Sanidad creen que el acuerdo con Gilead llegará “pronto” y a un precio muy alejado de las pretensiones iniciales. Una táctica que la Comisión de Precios pondrá en marcha siempre que pueda a partir de ahora. Digno de análisis.

En lo que se refiere a las subastas andaluzas, nos encontramos con un nuevo capítulo de esta novela de terror. Lo positivo de esta ocasión es que no ha habido ninguna multinacional de genéricos que haya querido utilizar las subastas como trampolín de entrada en España. Además, la cobertura ha sido bastante baja, aunque aún así, es un nuevo mazazo para la farmacia andaluza. De los 101 lotes adjudicados, algunos tendrán que ser corregidos puesto que, incluso a pesar de la oferta realizada, su precio queda por encima del precio de referencia que tendrá el medicamento a partir de septiembre. Lo mismo, alguno desiste de firmar el convenio si se le obliga a mantener la mejora tras ajustarse al precio de referencia.

Y por último, quería tratar el asunto del ‘listado Montoro’ de medidas para la consolidación fiscal. De las 255 medidas, 79 tocan directamente a Sanidad, de ellas, 39 a farmacia, de las que 23 tendrían con impacto directo en la oferta. Algunas parecen de chiste en este momento en el que la Farmacia lo está pasando tan mal. Un chiste que, esperemos, no se convierta en tragicomedia. Entre ellas, la reducción del margen de la farmacia o sacar más medicamentos para su dispensación fuera de ella. Parece que los políticos no son conscientes de que la Sanidad ya no se puede esquilmar más, excepto en procesos. La única solución es mejorar la financiación de las comunidades autónomas, restando los fondos necesarios de otras administraciones e impedir que la Sanidad llegue a ser el 40 por ciento de los maltrechos presupuestos autonómicos. De otro modo estaremos siempre así.

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