La atención farmacéutica a centros sociosanitarios ha generado con unos días de diferencia, dos propuestas desde los dos ámbitos implicados. La Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (Sefac) ha lanzado una propuesta que llama a impulsar el papel de la botica en la atención farmacéutica a centros sociosanitarios. El texto, plantea crear servicios de farmacia comunitaria vinculados a residencias mediante la prestación de servicios profesionales farmacéuticos.
Así, boticarios capacitados prestarían servicios, y los Colegios Oficiales de Farmacéuticos gestionarían su facturación y cobro, de forma coordinada con los demás profesionales sanitarios del Sistema Nacional de Salud. Sefac propone así la sustitución de los depósitos de medicamentos que la normativa existente (RD 16/2012) reconoce “de forma ambigua”, por un servicio de farmacia comunitaria. Este servicio serviría de puente para vincular la botica a la residencia, y su responsabilidad correspondería a un farmacéutico que estaría presencialmente “en los periodos que se acuerden”, recoge la propuesta.
De este modo, la farmacia comunitaria ofrecería una cartera de servicios profesionales que integraría “las funciones tradicionales de suministro de los depósitos de medicamentos con las funciones asistenciales”. En este sentido, plantean un papel integral del farmacéutico comunitario, como “responsable de la gestión integral del medicamento, desde su adquisición hasta su eliminación, pasando por la conciliación de la medicación y el seguimiento de los tratamientos”. Todo ello con el fin de mejorar la atención a los pacientes, impulsar el desarrollo profesional en el ámbito residencial del boticario y colaborar con la sostenibilidad del SNS.
SEFH
También la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria ha emitido un documento para reiterar el posicionamiento manifestado en 2013 sobre el tema. La propuesta parte del Grupo Cronos-SEFH y reivindica las directrices marcadas por el RD 16/2012. Sobre esa base, plantean el establecimiento de un depósito de medicamentos en uno o varios centros, bajo la responsabilidad de un farmacéutico especialista.
Así, defienden la integración de la prestación farmacéutica y, con ello, la rentabilidad asociada a centralizar en el hospital servicios y productos, además de favorecer una mejor coordinación entre los profesionales sanitarios.