| viernes, 11 de enero de 2013 h |

Fernando Redondo, presidente de FEFE

1- Precisamente esta es la pregunta clave a la que no encontramos respuesta los farmacéuticos españoles, porque no beneficia al ciudadano. Un ciudadano que verá deteriorada y mercantilizada su prestación farmacéutica. Por otro lado, considero que tampoco beneficia al farmacéutico y ni siquiera a la Administración, que perdería el control sobre un bien esencial. Solamente se beneficiarían capitales de interés exclusivamente mercantilista que puedan obtener ventaja de la integración vertical.

2– Sin ninguna duda que la liberalización pondría en riesgo las prioridades sanitarias y se primarían intereses económicos. Solamente hace falta echar una mirada alrededor nuestro y ver lo que ha pasado en otros sectores o en algún país.

3- Considero que afectaría al empleo de forma destructiva, no tengo ninguna duda. No solamente en cantidad, ya que desaparecerían muchísimos, sino en calidad.

4- Pienso que con la liberalización del sector no solamente se pone en riesgo a las oficinas de farmacia, también está en riesgo la profesión en sí.

5- Ojalá se lo lleve la cordura y no se intente destruir lo que tan bien funciona a bajo coste. Contamos con el apoyo del Ministerio de Sanidad y confiamos en la reconsideración responsable del Ministerio de Economía.

Mercedes Cuadra, presidenta de Plafarma

1- A los actuales propietarios de las farmacias, a no ser que se implemente la libre apertura de farmacias, sin más. Es decir, que cualquier licenciado en Farmacia pueda abrir su botica cuando y donde quiera.

2- Siempre que la dirección técnica y la dispensación se realice por un farmacéutico no se pondrá en riesgo la salud, independientemente de quién sea el propietario. Además, es casi imposible un modelo que prime más los intereses económicos que el actual, porque solo permite iniciar la actividad con una imponente deuda como consecuencia de la adquisición de la licencia. Un profesional con varios millones de euros, más los intereses pendientes de pago por su licencia, primará lo económico por encima de lo sanitario.

3- Indudablemente con un aumento del empleo, siempre que se produzca la liberalización del acceso a la apertura de nuevas farmacias.

4- Con la libre apertura de farmacias aumentará la competencia y, por tanto, el titular tendrá que estar presente en su farmacia, así como esforzarse en prestar una atención de mayor calidad y con un criterio menos mercantilista y más profesional. No se podrán vender ni heredar méritos profesionales ni académicos.

5- El lobby farmacéutico intentará bloquear la intención de Economía de liberalizar los servicios, así como la libre apertura de farmacias, pero deseamos que la sensatez y la valentía, junto con el afán de la creación de empleo y sostenibilidad y a las presiones de la UE, se impongan.