Alberto Cornejo Madrid | viernes, 06 de julio de 2018 h |

El 1 de julio de 2015 se introdujo en España la posibilidad de que las farmacias, previa autorización por la Aemps, pudiesen vender medicamentos no sujetos a prescripción médica (OTC) en Internet. La novedad no llevó aparejada una amplia respuesta: un año después (julio de 2016), apenas 296 farmacias —el 1,3 por ciento de la red nacional— habían constituido las necesarias webs desde donde llevar a cabo esta actividad.

¿Sería cuestión de dar tiempo al tiempo? El segundo aniversario lo echó por tierra. Con el ‘boom’ inicial ya disipado, en julio de 2017 el porcentaje de farmacias registradas en distafarma.aemps.es (la página que recoge el listado) se situaba en un 1,8 por ciento de la red (402 establecimientos). Incluso, a la escasa oferta se unía la pírrica demanda por parte de los usuarios. Si bien nunca se consideró que la venta online de OTC fuese a ser la panacea económica de las boticas —la accesibilidad de la red física actúa como la pescadilla que se muerde la cola—, los expertos sí animaban a mantener este canal por imagen y posicionamiento digital.

Ahora que se cumplen tres años, la tendencia no cambia. La misma es ascendente y la cifra de farmacias que han dado el salto a este canal en los últimos 365 días ha crecido (hasta alcanzar los 480 establecimientos, 78 más), pero no puede considerarse reseñable: solo un 2,1 por ciento de la red (ver gráfico). Visto desde el otro extremo, 98 de cada cien farmacias siguen descartando realizar venta online de OTC. Una actividad que puede ser complementaria o independiente a la venta en la Red de parafarmacia. Eso sí, cada actividad debe llevarse a cabo a través de distintas webs.

Los datos son aún más desoladores atendiendo a varias cuestiones. Por un lado, porque la apuesta por el comercio electrónico ya no es ese ‘salto al vacío’ que podía suponer en julio de 2015. Son múltiples los recursos y ayudas tecnológicas y logísticas que ofrecen los colegios farmacéuticos y las distribuidoras para que las farmacias activen una estrategia digital que tenga en la venta online la punta del iceberg.

Por otra parte, la amenaza (o ya realidad) que supone la entrada en el segmento de la salud de otros competidores ‘gigantes’ del e-commerce (Amazon, Alibaba, etc.) podía verse como un incentivo. Ya lo decía Fernando Castillo, director general de Novaltia —una de las múltiples entidades que está haciendo una apuesta decidida para que sus socios den “ahora o nunca” este paso— en una entrevista con EG: “otros sectores viven de lo abandonado por la farmacia y no puede pasar igual con el e-commerce; la farmacia es uno de los segmentos con más oportunidad de negocio y eso lo saben otras entidades ajenas al sector”. Sin embargo, lejos de incentivar a subirse al tren, parece haberse impuesto el miedo al considerarse una batalla perdida.

Análisis de los últimos 365 días

El análisis de los últimos 365 días vuelve a dejar a Cataluña, como en anteriores ejercicios, como la región donde las farmacias muestran más interés por la venta online (un 4,1 por ciento de su red). En el lado opuesto se encuentran La Rioja (un único establecimiento) y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, sin presencia de farmacias online.

Por otra parte, Comunidad Valenciana es la CC.AA. donde más boticas (17) se han unido al grupo de establecimientos que ya realizaban esta actividad. Mientras, 5 regiones han mantenido intactas sus cifras de hace ahora un año. En la radiografía por provincias, Soria y Zamora son las únicas de toda España sin ninguna botica registrada en distafarma