La salud digital, los avances farmacéuticos o las oportunidades que se le presentan a la botica tras la pandemia son algunos de los temas más candentes que debe abordar el sector. Así lo ha puesto de manifiesto Dominique Jordan, presidente de la Federación Internacional Farmacéutica (FIP), en una entrevista con EG.

Pregunta. ¿Qué novedades podremos encontrar en el 80º Congreso Mundial de Farmacéuticos? ¿Qué temas más destacados se abordarán?

Respuesta. La temática predominante del Congreso es “Farmacia unida en la reconstrucción de los cuidados de salud”. Sin embargo, como los desafíos presentados por la pandemia de COVID-19 aún siguen presentes y debemos crear planes para manejar mejor futuras crisis, el programa del Congreso permitirá a nuestra profesión compartir lecciones y experiencias aprendidas. Además, habrá diferentes sesiones sobre nuevos medicamentos, salud digital, inteligencia artificial, escasez de medicamentos, ética, trabajo humanitario o cuestiones laborales y educativas. También se compartirán las últimas investigaciones.

P. ¿Por qué coinciden el Congreso nacional y el mundial en el tiempo?

R. Hay un pequeño solapamiento. El Congreso Mundial se celebra desde el domingo 18 de septiembre hasta el miércoles 21 y el Congreso Nacional comienza el martes 20 por la tarde y finaliza el jueves 22. Fue deseo del presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, Jesús Aguilar, celebrar el Congreso Nacional en paralelo al Congreso de la FIP, aumentando la oportunidad de los farmacéuticos españoles de ser parte del evento global. Estamos muy contentos de colaborar con el Consejo en la organización.

P. ¿Cuántos asistentes se esperan a nivel internacional? ¿Y a nivel nacional?

R. Esperamos, al menos, 2.000 delegaciones internacionales y 1.500 nacionales. Sabemos que hay un enorme interés por parte de la profesión de volver a reunirnos de forma presencial.

P. ¿Cuáles son los últimos avances que se han producido en la farmacia en los últimos años?

R. La COVID-19, por supuesto, ha sido una revolución. Hemos visto un avance farmacéutico sin precedentes durante la pandemia, expandiendo nuestras actividades, particularmente en la vacunación y la realización de test. La tecnología de ARNm usada para las vacunas COVID-19 es otro avance reciente y un progreso científico que continúa impactando en la práctica de la farmacia. En los próximos años, esperamos tener un mejor entendimiento de los mecanismos de la enfermedad, tanto a nivel molecular como a nivel del sistema biológico, y un mayor uso de la medicina de precisión. Muchas de las innovaciones en la farmacia están dictadas por desarrollos de la tecnología digital. Medicina predictiva y personalizada, reconocimiento facial, procesamiento natural del lenguaje y realidad aumentada cobrarán incluso mayor importancia en el cuidado de la salud y debemos estar todos preparados para llevar a la farmacia al futuro digital.

P. ¿Cómo garantizar la seguridad y protección de datos del paciente en el contexto de la digitalización?

R. Las soluciones digitales están impactando en la práctica clínica en todas las etapas de la prestación de servicios de salud. En las áreas de prevención, diagnóstico, manejo y monitorización de enfermedades, las herramientas digitales ya brindan oportunidad y conveniencia, junto con seguridad, eficacia y eficiencia. Por ejemplo, permiten la prescripción electrónica y el intercambio de datos de salud dentro y entre los sistemas de salud. La FIP cree que los farmacéuticos tienen el deber de verificar que dichas tecnologías digitales cumplan con las regulaciones y los principios éticos existentes, de modo que se respete la privacidad, la confidencialidad, el consentimiento y el permiso de los pacientes al utilizar sus datos de salud. Además, recomienda que los gobiernos y los legisladores tomen medidas para mantener la seguridad de los datos, por ejemplo, enmendando la legislación para permitir mecanismos sólidos de supervisión y garantizando acuerdos y procedimientos efectivos de intercambio de datos entre los centros de salud, los organismos gubernamentales o de investigación y los pacientes, de modo que la información individualizada de los pacientes no se pueda compartir sin su autorización.

P. ¿Cómo ha afectado la pandemia de COVID-19 a la actividad normal de la farmacia? ¿Qué oportunidades se presentan tras la crisis sanitaria?

R. Han sido muchos los desafíos. Durante la pandemia adaptamos nuestra forma de trabajar para minimizar el riesgo de infección, adoptando nuevos protocolos de higiene y distancia de seguridad. Los farmacéuticos comunitarios han desarrollado nuevos modelos de servicio para hacer test y vacunar. Los farmacéuticos hospitalarios fueron más allá de su especialidad para proporcionar cuidados críticos cuando los hospitales estaban saturados. Nosotros reorganizamos a nuestro personal para seguir proporcionando cuidados farmacéuticos, en algunos casos trayendo a compañeros ya jubilados o estudiantes de farmacia. Hicimos todo lo posible para mantener el servicio durante el confinamiento cuando otros puntos de salud estaban cerrados. Esto no se podría haber logrado sin todo el equipo de la farmacia.

Winston Churchill dijo: “Nunca dejes que una buena crisis se desperdicie”. Ahora debemos aprovechar las oportunidades que nos presenta la COVID-19. Creo que los servicios farmacéuticos desarrollados durante la pandemia se expandirán más allá de la COVID-19 porque hay necesidades urgentes. La COVID-19 ha interrumpido los servicios esenciales de salud en todo el mundo y nos ha abierto los ojos a las vulnerabilidades de nuestros sistemas de salud, la importancia de abordar la inequidad en el acceso a medicamentos y vacunas, y lo vital que es trabajar juntos para encontrar soluciones a problemas cada vez más globales.

P. En la presentación del Congreso usted señaló que puede ser un encuentro para transformar la profesión. ¿Qué tiene que cambiar la farmacia para mejorar aún más su asistencia?

R. La transformación es vital para que la farmacia satisfaga las futuras necesidades de los cuidados de salud. Los 21 Objetivos de Desarrollo de la FIP son un recurso clave. Establecen áreas que necesitan cambios, desde la capacidad académica (objetivo 1) y el desarrollo avanzado y especializado (objetivo 4), pasando por la atención centrada en las personas (objetivo 15) y la administración de antimicrobianos (objetivo 17), hasta la sostenibilidad en farmacia (objetivo 21). La transformación requiere que todas las partes de la profesión actúen. Una de las principales formas en que la farmacia puede mejorar su apoyo a los sistemas de salud es ampliar su papel y obtener un mayor reconocimiento de su valor en la atención primaria. No puede haber una cobertura sanitaria universal sin atención primaria y los farmacéuticos tienen mucho que aportar por la amplia distribución y accesibilidad de las farmacias comunitarias, su estrecha relación y conocimiento de las personas que atienden y por su alta cualificación sanitaria. Debemos reinventar la farmacia o reposicionarla como uno de los proveedores más efectivos de atención primaria de la salud.

P. ¿Qué puede aportar la experiencia de la farmacia española al panorama internacional?

R. La farmacia española tiene muchas novedades que se pueden compartir con compañeros de todo el mundo. Los modelos en España, gracias a los esfuerzos del CGCOF, incluyen una dimensión social ampliada para los farmacéuticos que atienden a los más vulnerables. El reciente reconocimiento a muchas actuaciones de la farmacia a través de la concesión de la Gran Cruz de la Orden Civil de Sanidad del Ministerio de Sanidad de España ha sido merecido. Es muy apropiado que nuestro 80º Congreso Mundial se celebre en España, un ejemplo destacado del avance de la farmacia antes y durante la pandemia.