Se la jugaban entre 15 casos y 10 experiencias, pero finalmente, la farmacia Mud en Ondara, Alicante y la farmacia Satué en Maella, Zaragoza, se alzaron con la victoria. Los responsables de estas dos boticas subieron a recoger sendos galardones en el Teatro Cervantes de Abarán, Murcia, donde la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria (Sefac) y la Fundación Mylan para la Salud celebraron la ‘I Edición de los Premios a la mejora de la adherencia terapéutica mediante el uso de SPD’ en el marco de las ‘II Jornadas Abarán: capital de la farmacia asistencial’. Una jornada en la que la utilización de los Sistemas Personalizados de Dosificación (SPD), estuvo en boca de todos por ser una herramienta ideal para mejorar el cumplimiento de las terapias.
La ‘Mejor experiencia’, dotada con 2.000 euros fue a parar a un proyecto, iniciado a finales de 2016 y que sigue en marcha durante todo este 2017, de la farmacia Mud, en Ondara. Un proyecto de colaboración , entre las dos farmacias de la familia Mud con la residencia de la localidad, en la que hay habilitadas 25 camas, según explicaba a EG, Fernando Mud, responsable de la farmacia.
“El personal sociosanitario de la residencia administraba y ordenaba la medicación pero les llevaba mucho tiempo y podían cometer errores porque no tenían nada organizado. Al detectar ese problema, nos ofrecimos a colaborar a través de un proyecto en el que el farmacéutico se mete en el equipo de la residencia junto con médicos, personal de enfermería y auxiliares y nos encargamos de revisar la medicación conforme el médico la prescribe para organizarla en pastilleros SPD”, detallaba Mud.
Esos SPD se elaboran semanalmente en la botica para su posterior traslado al centro sociosanitario, donde, desde que el farmacéutico se hace cargo de la gestión del medicamento, el resto del personal sanitario se encuentra más descargado de tareas y puede centrarse en las exclusivamente suyas.
“Nosotros revisamos y preparamos la medicación porque somos los expertos en esta materia y ayudamos al médico en la búsqueda de la medicación más adecuadas o las formas farmacéuticas más correctas para estos pacientes mayores”, indicaba, porque el objetivo es “facilitar el trabajo y mejorar los resultados en salud de los pacientes gracias al SPD”.
A su vez, Mud incidía en que “entregar la medicación no es llevar los SPD y ya está, sino que consiste en un contacto día a día porque los pacientes viven día a día, no sólo un día a la semana”.
Mud apostaba porque el farmacéutico debe estar integrado en el equipo multidisciplinar de la residencia, tener buen feeling entre profesionales y estar dentro de un equipo por elección. “Un equipo se crea porque se quiere estar no por imposición”, matizaba a la vez que señalaba que “este reconocimiento externo nos motiva a seguir haciéndolo bien y a seguir trabajando si nos dejan”, aludiendo al modelo Resi-EqiFar que quiere implantar la Comunidad Valenciana y del que afirmaba “está mal enfocado”.
Mientras, el ‘Mejor caso real’ lo encontramos en la farmacia Satué, en la localidad zaragozana de Maella. Inés Mera, adjunta de la botica explicaba que el caso por el que se les ha reconocido es el de una mujer de 64 años, clienta habitual, con problemas de tensión, colesterol, colon irritable y con depresión. Esta botica actuó de guía durante cuatro semanas tras un cambio que se le realizó en la medicación ya que “ella no se veía capacitada y pidió nuestra ayuda”.
Por ello “le hicimos el SPD y le cambiamos dos medicamentos. Cada vez que venía a recogerlo le preguntamos y nos comentaba que notaba el cambio. Tenía la ansiedad controlada porque no tenía que estar pendiente de la medicación”, sostenía Mera aclarando que es un SPD a corto plazo y pautado destinado a la mejora de la adherencia en un periodo concreto. Finalmente, Mera indicaba que la botica cobra por este servicio porque “si no la gente no lo valora” y aseguraba que la clienta “está muy contenta y si algún día le vuelven a cambiar la medicación, volverá a contar con nosotros”.