Para las empresas de la industria farmacéutica, de la salud y en general para cualquier sector, la sostenibilidad no es simplemente una ventaja competitiva, sino una necesidad. Así lo explica el presidente de Hefame, Enrique Ayuso, quien considera fundamental que las empresas adopten prácticas sostenibles, no solo para que cumplan con las normas y las expectativas de sus clientes, sino también para garantizar su propia continuidad.

El cuidado del planeta, en opinión de Ayuso, “es responsabilidad de todos y todos hemos de hacer cuanto esté en nuestra mano para frenar su deterioro”. Actuar de manera responsable, marcar objetivos claros de reducción de emisiones, realizar campañas y exigir a los proveedores que adopten políticas sostenibles, son acciones que, para el presidente de Hefame, demuestran el compromiso de las empresas con una economía más verde.

El máximo responsable del Consejo Rector considera que “las empresas pueden y deben ser motores de cambio porque sus acciones trascienden el ámbito empresarial”. En su opinión, “las empresas tienen la responsabilidad, la capacidad y la necesidad de sensibilizar a la población sobre la importancia de actuar para dejar un legado sostenible a las futuras generaciones”. Cuidar el planeta, afirma, “no solo es una oportunidad para generar valor a largo plazo, sino también una obligación que debe ser compartida por toda la sociedad”.

En este sentido, Hefame ha desarrollado proyectos que, entre otros avances, les ha permitido autoconsumir más del 25 por ciento en lo que va de año con la instalación de estaciones fotovoltaicas en las cubiertas de todos sus almacenes; disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 34,50 por ciento desde 2017, cuando comenzó a medir su huella de carbono; y reducir el consumo de recursos escasos, como el agua, en casi 18.000 metros cúbicos en el último año.

El servicio de comercio electrónico, Fmasonline, desarrollado por Hefame y cuyo objetivo es ofrecer a los pacientes-clientes de las farmacias un medio digital para realizar sus compras, es otro ejemplo de su compromiso con la sostenibilidad. “Este e-commerce”, explica el presidente, “se ha convertido en el más respetuoso con el medio ambiente del país, ya que aprovecha los repartos diarios a las farmacias para entregar también los pedidos online”. “Además”, añade, “fomenta la recogida de los pedidos en la propia farmacia, lo que permite concentrar la entrega de los pedidos diarios y online y eliminar por completo las emisiones adicionales de CO2 para los repartos de los que proceden de comercio electrónico”.

Uno de los principales retos de la sostenibilidad para las empresas es la creación de una verdadera cultura de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) dentro de las organizaciones. “La creación de esta cultura”, explica, “requiere una firme determinación por parte de la empresa, ya que implica integrarla en las estrategias, procesos y procedimientos de trabajo, además de fomentar una conciencia ambiental genuina entre los empleados”.

Se trata, en opinión del presidente, “de una cuestión de voluntad real, que demanda tiempo, esfuerzo y una adaptación constante”. Desde su punto de vista, “las empresas que nacen con una cultura de RSC o aquellas que logran transformarse hacia este modelo, adquieren bases sólidas, refuerzan sus pilares y están más preparadas para enfrentar los desafíos del futuro”.

Ayuso se muestra optimista “porque la cultura de la responsabilidad social y en particular de la sostenibilidad ha empezado a calar hondo en las empresas”, cuestión que respalda con los datos del estudio realizado por Deloitte este mismo año, el CxO Sustainability Report 2024, que expone que el 95 por ciento de los directivos españoles aumentaron su inversión en sostenibilidad en 2023, y que el 90 por ciento de los ejecutivos consideran que la sostenibilidad es un motor clave para el crecimiento, con planes de expansión de sus negocios a través de la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.

“Para Hefame, y para el tejido empresarial en general”, mantiene Ayuso, “el objetivo es que la RSC esté tan integrada en el ADN de la empresa que en el futuro no se necesiten políticas específicas para promoverla”. “La responsabilidad social”, concluye, “debe formar parte de la esencia del negocio y traducirse en que las acciones para reducir la huella de carbono, evitar el consumo de recursos escasos y limitar el impacto ambiental se realizan de manera instintiva”.


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