Alberto Cornejo Madrid | viernes, 06 de octubre de 2017 h |

La actualidad ‘dirige’ las agendas. Por ello se vienen sucediendo jornadas y encuentros que buscan arrojar luz a una de las principales preocupaciones del sector: la implantación en España de la verificación de los medicamentos a la que obliga la directiva europea antifalsificación. Entre unos (sector) y otros (Administración) se intenta aportar claridad a lo aún mucho por resolver. Por ejemplo, en una de las últimas celebradas, Pilar Fernández del Pozo, del departamento de Inspección y Control de Medicamentos de la Aemps, avisaba que el futuro real decreto que desarrollará para España lo estipulado en los actos delegados, nunca será una realidad “hasta iniciado 2018”.

Este ‘debe’ no impide que el sector venga trabajando en su adaptación a la verificación. Incluso, el retraso permite que el sector aún tenga tiempo para mandar sus “cartas a los reyes magos”, respecto a lo que debe recoger esta norma con la que se estrenará el nuevo ejercicio. Aunque sea octubre. Pero así calificaron sus peticiones los propios representantes de la cadena del medicamento que participaron en una jornada sobre serialización organizada por Aecoc el pasado día 5 en Madrid.

Por ejemplo, desde la farmacia comunitaria, las principales solicitudes pasan por que esta norma ofrezca “mayor cobertura legal a las farmacias” en cuestiones como los precios notificados —que también serán gestionados a través de este sistema— o la “comunicación a seguir en la cadena y con la Administración ante una incidencia”, expuso como ejemplos Carmen Recio, directora técnica del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF). También se espera que esta norma refleje los pasos para acabar con el corte del cupón precinto: “no queremos acabar con el cupón precinto, porque sabemos que contiene información útil, sino con la práctica de cortarlo como justificante de la dispensación”, recuerda Recio.

Para sus compañeros de hospital, más que necesidades se puede hablar de sugerencias de cara a esta normativa. En concreto, que el futuro real decreto vaya un paso más allá de lo que obliga la normativa europeo, “hasta llegar a la identificación del envase primario, porque si no es así muchos medicamentos de riesgo con los que se trabaja en el entorno hospitalario quedarían fuera: como electrolitos, soluciones de nutrición parenteral, etc.”, instó Eva Negro, delegada autonómica en Comunidad de Madrid de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH).

Mientras, las solicitudes desde la distribución —representada en este encuentro por el director general de Fedifar, Miguel Valdés— se alinean con las de la farmacia. En concreto, clarificar exigencias y aspectos técnicos a exigir a los agentes y, en concreto, a mayoristas. Por su parte, Farmaindustria insta a “delimitar con precisión” el listado de medicamentos afectados por la verificación. “Sabemos que repercute a los fármacos con receta, pero, ¿qué ocurre con los financiados? apuntó Emili Esteve, su director técnico.

El ‘Hub’ europeo está listo para recibir información

De todos los actores a los que repercute la verificación, uno de ellos, la industria farmacéutica, ya puede cargar la información de sus productos en el hub europeo que ‘centraliza’ todo los datos ligados a este sistema que deben implantar todos los países europeos antes de febrero de 2019. Mientras, para distribución y farmacia también estará “pronto” disponible. Así lo confirmó la directora general de Sevem (organismo que gestiona la implantación de la verificación en España conformado por Farmaindustria, Aeseg, Fedifar y CGCOF), María Ángeles Figuerola, durante su participación en la jornada profesional celebrada por Aecoc.. La directora general de Sevem no solo confirmó la posibilidad que, desde octubre, tiene la industria de cargar su información (que viene a ser el registro de los productos que comercializa) en esta suerte de nudo ‘global’ que a su vez enviará la información a los respectivos repositorios nacionales. También animo a las compañías a proceder a incluir esta información “cuanto antes mejor; porque es un proceso largo”. La carga también incluiría, si así lo desean las compañías, los propios números de serialización, aunque otras voces apuestan por esperar hasta que no se encuentre operativo el repositorio nacional. Cabe recordar que, aunque la directiva europea antifalsificación marca febrero de 2019 como fecha límite de adaptación de los países a esta obligación, tanto Administraciones como agentes de la cadena del medicamento vienen recordando que el tiempo apremia.