El 62 Congreso nacional de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) subía el telón el pasado 18 de octubre en el Palacio Municipal de Congresos de Madrid, con la presencia, en el acto inaugural, del consejero de Sanidad madrileño, Enrique Ruiz, quien destacaba que “a todos los sanitarios nos une un mismo objetivo, el de innovar al servicio del paciente”. Asimismo el responsable del gobierno autonómico señalaba que desde la consejería “potenciamos el rol del farmacéutico en el desarrollo de su labor asistencial”.
Precisamente, en la innovación se ha sustentado este congreso en el que durante cuatro días han pasado 1.500 congresistas, lo que supone un 17 por ciento más de participación con respecto al del año anterior en Gijón.
Bajo el lema “Retos. Redes. Resultados” se han dado cita los farmacéuticos de hospital, asociaciones de pacientes y otras sociedades científicas como la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) o la Sociedad Española de Oftalmología (SEO). Todos los asistentes han disfrutado de encuentros con expertos nacionales e internacionales y un programa dinámico a base de sesiones plenarias, mesas de debate y 32 talleres centrados en farmacoterapia, innovación, formación y humanización.
“Las tres ‘erres’ del lema reúnen la esencia de nuestra especialidad, una especialidad dinámica, abierta a redes a retos y a compartir los resultados en salud de los pacientes”, indicaba Eva Negro, presidenta del comité organizador.
El presidente de la SEFH, Miguel Ángel Calleja, calificaba este congreso como muy completo e innovador y afirmaba que “queremos convertir el hospital del presente en el del futuro y estos días nos van a permitir conseguirlo mucho antes”.
El encuentro se ha estructurado a lo largo de cuatro itinerarios que han posibilitado que “cada congresista tenga su propio congreso dentro de este congreso que es de todos”, aseguraba Calleja.
El elevado coste de los medicamentos
En los últimos años, los precios con los que se comercializan los nuevos medicamentos “han experimentado un aumento de forma extraordinaria, por lo que estamos en una situación de crisis”, apuntaba Francesc Puigventós, perteneciente al grupo Genesis de la SEFH, quien exponía que el gasto farmacéutico global en España representa prácticamente una cuarta parte del gasto sanitario público y se prevé que siga creciendo. Asimismo criticaba que el vigente sistema “ha mostrado un alto grado de ineficiencia en su misión de potenciar la investigación y el desarrollo de fármacos que aporten valor terapéutico añadido.
Puigventós evidenciaba que “algo falla” y para plasmar la situación expuso el caso del Sofosbuvir, un medicamento para la hepatitis C, que tiene un coste de producción de 300 euros, sin embargo su precio de venta son 20.000 euros, por lo que el servicio de salud debe pagar un precio que representa un 3.500 por ciento de beneficio neto para el laboratorio farmacéutico.
Desde 2009 a 2015, el responsable de Genesis señalaba que el gasto sanitario público disminuyó en remuneraciones de personal un 7,74 por ciento, en Atención Primaria un 13,2 por ciento y en hospitales un 7,3 por ciento. No obstante, el gasto en medicamentos aumentó un 9,19 por ciento. Y ante este panorama, “nosotros tenemos en los genes el tema de la eficiencia por lo que debemos aportar independencia y rigor, métodos, como el ‘programa Madre’ y voluntad de colaboración”.
Finalmente insistía en que “hace falta un cambio de regulación que impida precios abusivos”. Para ello es necesaria una mayor transparencia de costes de producción y de I+D de los nuevos medicamentos para negociar los precios de manera equilibrada, transparencia en los procedimientos de negociación y asignación de precios para el SNS y una agencia de evaluación independiente de la Aemps y de la industria.
Consciente de que “los presupuestos no son infinitos, lo que se gasta en un recurso no se puede dedicar a otro”, Mª José Calvo, subdirectora general de Farmacia de Madrid, abordaba la gestión en las CC.AA. con responsabilidad presupuestaria. Una gestión en colaboración con el Ministerio y otras comunidades a través de la Comisión Interministerial de Precios (CIMP) y la Comisión Permanente de Farmacia. “Lo más importante es compartir información en precios y resultados en salud en cuanto a la gestión coordinada entre comunidad y hospital”, matizaba Calvo.
Desde las comunidades se pueden llevar a cabo políticas orientadas a la eficiencia en la prescripción, planes específicos en áreas de interés, optimización de la compra de medicamentos y actuaciones en seguridad o dirigidas a pacientes y a profesionales -incidía- y matizaba que “apostamos por dar valor al papel del farmacéutico en todos los ámbitos asistenciales porque son nuestros aliados para la gestión de la prestación farmacéutica. Os pedimos colaboración, implicación y compromiso como hasta ahora”.
Por ello, Calvo apuntaba que, desde marzo de 2015, Madrid ha apostado por incrementar los recursos humanos en Farmacia Hospitalaria con 26 farmacéuticos por el plan de Hepatitis y revisión de tratamientos, 10 profesionales en atención farmacéutica en residencias y 7 en atención primaria.