La irrupción de la Inteligencia Artificial (IA), la receta electrónica o el futuro Espacio Europeo de Datos Sanitarios (EEDS) está demostrando que las nuevas tecnologías y el Big Data han llegado para quedarse en el sector sanitario, en general, y en la Farmacia, en particular. Para profundizar sobre estas cuestiones, EG se ha puesto en contacto con Raquel Martínez, secretaria general en funciones del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF).

La implementación de la receta electrónica marcó un antes y un después en la Farmacia. El objetivo de la misma es garantizar la interoperabilidad entre todos los agentes sanitarios implicados en la atención al paciente, independientemente de su nivel asistencial o ubicación geográfica.

Para la secretaria general en funciones del CGCOF, la acogida de esta medida en las oficinas de farmacia españolas “ha sido un paso fundamental en la gestión del medicamento, no solo desde el punto de vista administrativo, sino también en el ámbito asistencial”. Su impacto ha sido tal que recalca que, probablemente, es “el instrumento más potente del que disponemos en la sanidad española”. Al respecto también insiste en que va mucho más allá de la mera dispensación del medicamento, dado que “permite desarrollar muchas actividades en torno a la seguridad del paciente y el buen uso del medicamento, la salud pública o la educación sanitaria”.

De hecho, Martínez hace alusión a que este sistema permite reducir errores asociados a la medicación, facilita la conciliación de medicamentos, reduce el riesgo de interpretar mal la receta y, hasta la puesta en marcha de SEVEM, ha sido el principal instrumento para evitar y detectar falsificaciones. “España se sitúa a la vanguardia de Europa al disponer de receta electrónica tanto en el ámbito público como en el privado”, alega.

Receta electrónica pública, privada y europea

Profundizando en el sistema público, indica que desde el Consejo General trabajaron en el desarrollo de los modelos de receta electrónica de cada una de las autonomías y, posteriormente, en la interoperabilidad de todos los sistemas. Con respecto al ámbito privado, garantiza que, a día de hoy, “la receta electrónica privada cuenta con un total de diez sistemas y repositorios de prescripción homologados”. “En estos cuatro años transcurridos desde que se puso en funcionamiento, se han realizado cerca de 17 millones de dispensaciones a través del Sistema de eReceta Privada, que da cobertura a 9,2 millones de pacientes”, añade.

Incidiendo en la receta electrónica privada para mutualistas adscritos a entidades privadas, recalca que ya se han incorporado al sistema de Muface las comunidades autónomas de Cantabria, Asturias, Canarias, Extremadura, Navarra, Baleares, Murcia y La Rioja. “Se espera seguir ampliando su implementación”, garantiza.

Por otro lado, también se está trabajando en la receta electrónica europea, que garantiza la dispensación de productos que han sido recetados por el médico en cualquiera de las farmacias del continente. “Solo hay dos autonomías pendientes de empezar a ser interoperables con ciertos países de la Unión Europea en esta primera fase”, asegura.

“Todos estos desarrollos son fiel reflejo de la capacidad de la Organización Farmacéutica Colegial para poner en marcha proyectos tecnológicos en coordinación con las administraciones y el resto del sector”, afirma. Asimismo, señala que el objetivo no es otro que el de “poder ofrecer un servicio que, con todas las garantías de seguridad, permita el acceso a cualquier ciudadano en condiciones de equidad”.

Más comunicación y pocas incidencias

Poniendo el foco sobre cómo ha impactado la llegada de la receta electrónica en la comunicación médico-farmacéutico, Martínez hace hincapié en que una de sus principales demandas es, precisamente, “aprovechar su potencial para mejorar esa comunicación entre médicos y farmacéuticos, en beneficio del paciente”. De hecho, indica que “tenemos ya algunas experiencias de éxito en este sentido en varias autonomías y la puesta en marcha, por ejemplo, de sistemas que permiten el bloqueo cautelar de una dispensación en caso de que se detecte un problema de seguridad para el paciente, un avance en el uso seguro de los medicamentos y que está dando buenos resultados en las comunidades autónomas donde es posible”.

Según explica la secretaria general en funciones del CGCOF, las boticas españolas no notifican muchos problemas de funcionamiento de esta herramienta. “Cada vez hay menos incidencias y el seguimiento continuo de todo el proceso está permitiendo ir mejorando cada día más la herramienta”, subraya. Además, incide en que, en ocasiones, cuando se producen casos puntuales de incidencias, “se resuelven gracias a los sistemas de contingencia habilitados para que el paciente disponga siempre de su medicamento”.

EEDS

Tras la luz verde de Bruselas al Espacio Europeo de Datos Sanitarios (EEDS), la Farmacia espera acceder a la historia clínica de sus pacientes, algo que llevan reclamando muchos años. El fin de esta iniciativa reside en mejorar el abordaje multidisciplinar y personalizado de los problemas de salud, la interoperabilidad y continuidad asistencial. Ante esta novedad, cuyo futuro continúa en el aire, la pregunta es clara: ¿Está preparada la Farmacia para la implementación del EEDS? Martínez alude a que la Farmacia española tiene un alto grado de digitalización.

Al respecto, menciona el caso de la receta electrónica, herramienta cuya consolidación, según señala, “facilitará en gran medida su adaptación a posibles cambios”. De hecho, asegura que “las farmacias de muchas autonomías ya han empezado a reconocer y dispensar recetas electrónicas emitidas por prescriptores de otros Estados miembros de la Unión Europea (UE) en distintos pilotos (para pacientes en situaciones transfronterizas), algo que, con la implantación del EEDS, será obligatorio en toda la UE”.

Los farmacéuticos como generadores de datos

Martínez indica que la labor de los farmacéuticos comunitarios “generan un verdadero arsenal de datos, de inteligencia sanitaria que se puede poner al servicio de los sistemas sanitarios para avanzar en medias eficaces y eficientes que beneficiarán directamente en una mejor atención sanitaria para los pacientes”. No obstante, sostiene que “debemos avanzar con las necesarias cautelas que exige un ámbito como el sanitario”. En este sentido, recalca que “es crucial que las organizaciones profesionales colegiales sean garantes de la identificación y certificación de los profesionales sanitarios que interactúan con los datos sanitarios“. “Solo así se garantiza la calidad y confidencialidad del dato que van a componer los historiales clínicos electrónicos”, corrobora.

No obstante, afirma que ahora falta conocer los detalles exactos de su implementación en España para determinar cómo se incorporará la red de farmacias al sistema tecnológico interoperable que se tendrá que implantar en el Sistema Nacional de Salud (SNS). “Sin duda, la participación de la organización farmacéutica colegial en esta tarea será crucial para que la implantación sea un éxito, como lo ha sido la receta electrónica en el ámbito nacional”, subraya. “Debemos caminar, con todo, hacia un sistema que permita al farmacéutico disponer de suficiente información para hacer una dispensación adecuada”, añade.

Entre las ventajas que traerá consigo el EEDS a la Farmacia, la secretaria general del Consejo General hace alusión a que facilitará un lenguaje común para el intercambio de información entre los profesionales sanitarios; supondrá un avance en la seguridad del uso de los medicamentos, así como en la mejora de la prestación sanitario-farmacéutica, tanto a nivel nacional como transfronterizo dentro de la UE.

Implementación de la IA

La Inteligencia Artificial (IA) está suponiendo una revolución en el ámbito de la salud. Poniendo el foco en el campo de la Farmacia, Martínez explica que desde el CGCOF llevan tiempo aplicando tecnologías de IA, como puede ser el machine learning, para sacar el mayor partido de su Centro de Información sobre el Suministro de Medicamentos (CISMED). “Esta herramienta procesa una cantidad ingente de datos sobre los medicamentos que presentan problemas de suministro en las más de 10.000 farmacias que forman parte de CISMED”, sostiene. “Gracias al machine learning se procesan todos estos datos y se genera una información que nos anticipa posibles tendencias de futuro en cuanto a posibles problemas de suministros”, asegura.

Asimismo, hace alusión a que la propia Agencia Europea del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) abrió una consulta pública, entre todos los públicos de interés, en la que reflexionaba sobre la repercusión que podrían tener tanto la IA como el aprendizaje automático en cualquier etapa del ciclo de vida de un medicamento, desde su descubrimiento, hasta el momento posterior a su dispensación. En esta línea, asegura que se trata de estudiar cómo la pueden utilizar para ofrecer la mejor atención a los pacientes, asociada, entre otros, a la prestación de servicios profesionales farmacéuticos asistenciales.

Un ejemplo de digitalización

“La farmacia española es ejemplo de digitalización”, garantiza Martínez. Por ello, asegura que se va a seguir fomentando, dado que están convencidos de su potencial. No obstante, recuerda que, en el caso de la prestación farmacéutica, al tratarse de un sector especialmente sensible y sometido a una importante regulación por su delicadeza, “debemos tener especiales cautelas. Cualquier paso que demos debe ser evaluado”. Finalmente, hace hincapié en que “digitalizar es humanizar”.

Asimismo, concluye su intervención resaltando que “la tecnología debe estar al servicio del profesional para mejorar la relación con los pacientes, pero siempre desde el contacto directo, sin obstaculizar o distanciar la labor asistencial”.


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