La Asamblea de Madrid ha acogido un nuevo debate y votación sobre el Proyecto de Ley de Ordenación y Atención Farmacéutica de la región en el que ha quedado patente la atmósfera de colaboración y el trabajo intenso de todos los grupos parlamentarios con el ánimo de “mejorar” la futura norma a través de sus diferentes aportaciones. Y es que, poco a poco, la nueva Ley de Farmacia de Madrid va avanzando y superando las tramitaciones, como ha sido este lunes, que ha conseguido salir adelante con 17 votos a favor y 7 en contra. Será el 15 de diciembre cuando la norma se lleve a pleno y se produzca la votación definitiva.
La propia Elena Mantilla, directora general de Inspección, Ordenación y Estrategia Sanitaria, ha apuntado en declaraciones a EG que hay “más cosas que nos unen de las que nos separan” respecto a la Ley de Farmacia. “Aunque los grupos parlamentarios opinen cosas diferentes, se ha visto que no hay grandes críticas a este proyecto de ley ni líneas rojas por parte de ninguno de los grupos políticos”, ha añadido.
Asimismo, los portavoces han agradecido los unos a los otros la participación de todos los grupos parlamentarios. Eduardo Raboso, portavoz de Sanidad del PP en la Asamblea, ha puesto de relieve ese “espíritu colaborativo” que se ha reflejado en la aprobación de diferentes enmiendas.
Debate de las enmiendas
Para el Grupo Vox, la redacción de una nueva Ley de Farmacia ha supuesto una “oportunidad” que han aprovechado, vía enmiendas, para mejorar el texto que “adolecía de cierta hiperregulación de las oficinas de farmacia”, tal y como ha expuesto Gádor Joya, portavoz de Sanidad de Vox en la Asamblea. Por ello, quieren dar “cierta libertad de empresa” a los farmacéuticos.
Joya ha destacado que su grupo ha introducido el derecho a la objeción de conciencia por parte del profesional farmacéutico. Asimismo, tanto Vox como Unidas Podemos han celebrado que la ley contemple los servicios farmacéuticos en todos los niveles asistenciales, algo que el proyecto de ley no lo hacía. “Hemos conseguido a través de enmiendas de todos los grupos, llegar a reconocer las funciones de los servicios de farmacia hospitalaria, de farmacia de atención primaria, de farmacia comunitaria y de las oficinas de farmacia”, ha asegurado Joya.
Quizás, el grupo que ha mostrado mayor descontento ha sido el Partido Socialista, que ha calificado su experiencia de “insatisfactoria” y ha apuntado que, a pesar de la incorporación de algunas de sus enmiendas, aún quedan “aspectos mejorables y asuntos críticos que han alterado el trabajo”. “Este texto nos satisface menos aún que el texto que entró en la cámara en abril”, ha indicado Matilde Díaz Ojeda, portavoz de Sanidad del PSOE.
Entre algunas de las críticas socialistas, Díaz ha mencionado que el apartado del objeto de la ley y el ámbito de aplicación sigue sin contenido, lo que la convierte en una “ley coladero”, o que “se olvidaron de la equidad en los principios rectores y no quisieron incluirla”. Por otra parte, ha señalado que una enmienda de Más Madrid mejora el “desarrollo reglamentario la dispensación a domicilio”.
Unidas Podemos tampoco está totalmente conforme, ya que, a pesar de que sus enmiendas incorporadas van encaminadas a mejorar el texto, “no son suficientes”. “Casi el 80 por ciento de nuestras enmiendas han sido rechazadas”, ha afirmado Vanesa Lillo, portavoz de Sanidad del grupo.
Lillo ha puesto de manifiesto un aspecto “fundamental”, que tiene que ver con los derechos labores de todas las personas que trabajan en las oficinas de farmacia, no solo los titulares, y con horarios e infracciones, que finalmente no se ha incorporado al texto.
El Partido Popular ha querido resaltar que, a pesar de que a los grupos les parecen pocas las enmiendas que han aceptado, considera que la ley continúa con “aportaciones muy importantes” de todos los partidos. Una enmienda que ha destacado Raboso ha sido la de Mas Madrid sobre la creación de un registro farmacéutico. “Se ha aprobado, incluso con reticencias iniciales de la Consejería. Pero, cuando hemos visto que tenía un beneficio para la población, no hemos tenido problema de incorporar la enmienda y explicárselo a la Consejería”, ha señalado el portavoz popular.
AFD, el mayor punto de desencuentro
Mientras que Vox se ha jactado de haber conseguido dejar patente “el papel de la farmacia y de los farmacéuticos de la Comunidad de Madrid, que están capacitados para más cosas de lo que esta ley en principio contemplaba” en el apartado de las definiciones, PSOE ha señalado que la ley introduce la indicación farmacéutica, “uno de los aspectos más polémicos, porque es una transaccional que invade, a nuestro juicio, competencias de enfermería y otros prescriptores”.
Por su parte, Javier Padilla, portavoz de Sanidad de Más Madrid, quien ha reconocido el “avance” que ha supuesto la incorporación de algunas ámbitos que no estaban tenidos en cuenta, ha apuntado que falta concreción en otros asuntos fundamentales. Es el caso de la Atención Farmacéutica Domiciliaria (AFD). Padilla ha señalado que “sin una delimitación del ámbito territorial de actuación, se abre la puerta al temido delivery“.
Sin embargo, Mantilla ha querido dejar claro que eso no ocurrirá y ha asegurado que el texto está “bien atado” porque “el acto de dispensación no se desliga en ningún momento del acto profesional“.