La Federación Farmacéutica Internacional (FIP) saca a la luz un nuevo informe, denominado “Aprovechar la farmacia para ofrecer la vacunación a lo largo de la vida“, en el que se ofrece una fotografía representativa de cómo ha evolucionado, hasta la fecha, el papel de los farmacéuticos en la vacunación. El citado documento, que forma parte del proyecto de vigilancia de la vacunación de la Federación, se basa en una nueva encuesta realizada en 73 países que recoge los datos recopilados en 2016, 2019, 2020 y 2022. De esta forma, se proporciona una visión completa de la situación de 120 países y territorios.

Ya en 2023, la FIP publicaba una declaración sobre el papel de la farmacia en la vacunación a lo largo de la vida. En ella, se hacía hincapié en lo necesario que es que se amplíen tanto los calendarios como las estrategias de vacunación más allá de la infancia, así como que se integre a los farmacéuticos en los programas de inmunización. Con el paso de los años, se ha ido demostrando lo importante que es que estos profesionales participen en la vacunación, provocando así que cada vez más países les autoricen para prestar este servicio sanitario y de salud pública.

Objetivo: avanzar en la inmunización

Al respecto, desde la FIP insisten en su férreo compromiso con el fomento de esta labor en la profesión farmacéutica de cara a aumentar las coberturas vacunales. De hecho, el presidente de la Federación, Paul Sinclair, afirmó que “los gobiernos pueden mejorar las tasas de cobertura de vacunación y proteger la salud de la población aprovechando la accesibilidad y experiencia de los farmacéuticos en la administración de vacunas a la sociedad”. En esta línea, lamentó que, a día de hoy, “continúe existiendo cierto escepticismo acerca de la capacidad de los farmacéuticos para prestar servicios de vacunación”. No obstante, insistió en que “tanto las farmacias comunitarias como los centros de atención primaria están preparados para desempeñar un papel fundamental en el avance de los esfuerzos mundiales de inmunización”.

El nuevo informe de la FIP presenta los hallazgos sobre una variedad de esquemas de inmunización dirigidos por farmacéuticos, incluidas las actividades de promoción, los marcos regulatorios o la administración y prescripción de vacunas. Además, se incide en la capacitación y la certificación de esta labor, el mantenimiento de registros de vacunación, el reembolso de los servicios de vacunación y la satisfacción pública. Asimismo, también se destacan los desafíos para la expansión del servicio. El documento va acompañado de un atlas mundial en línea que ofrece a los usuarios un medio interactivo para explorar el progreso y la situación de las funciones de los farmacéuticos en los servicios de vacunación.

“La vacunación en farmacias ya está autorizada en al menos 56 países (un 47 por ciento del total) y se ha identificado que en 22 de ellos permiten estos servicios desde 2020”, sostuvo el profesor Ian Bates, director del Observatorio Farmacéutico Mundial de la FIP. “La inmunización contra las enfermedades transmisibles prevenibles por vacunación no solo reduce la morbilidad y la mortalidad, sino que también disminuye la presión sobre los sistemas sanitarios. Es un importante contribuyente a la cobertura sanitaria universal”, recalcó.

Formación de los profesionales y reconocimiento

Entre las principales conclusiones también se extrae que más de la mitad de los países encuestados (66), independientemente de si tienen autoridad para vacunar o no, informaron de que los farmacéuticos tenían acceso a la formación en materia de vacunación, en comparación con los 12 que podían acceder en 2016. Además, en el cien por cien de los que países en los que pueden vacunar, los farmacéuticos reciben formación para poder prestar este servicio con todas las garantías de calidad.

Desde el año 2016, ha aumentado un 33 por ciento el número de países que informan de que prestan formación a los profesionales. Esta tendencia, según aseguran desde la FIP, “indica un creciente reconocimiento del papel vital que desempeñan los farmacéuticos en la vacunación“. Por ello, con el paso de los años, cada vez se apuesta más por dotarles de habilidades y conocimientos esenciales en el desempeño de esta labor. En esta línea, inciden en que “existe una necesidad apremiante de establecer programas de formación continua y de renovación de la certificación a medida que más farmacéuticos adquieren autoridad para administrar vacunas, garantizando la calidad sostenida de los servicios”.

Falta de representación y acceso a registros de vacunación

Otro de los puntos más relevantes sobre los que el informe arroja luz es que, en muchos países, los farmacéuticos están infrarrepresentados en los grupos nacionales de asesoramiento técnico sobre vacunación. “El objetivo de este trabajo es supervisar las funciones de la salud pública farmacéutica en los programas de inmunización. Esto es esencial de cara a proporcionar la evidencia necesaria para presionar en lo que respecta a la ampliación del papel de los farmacéuticos en la vacunación”, garantizó Bates.

También desde la FIP inciden en que se ha podido comprobar que la mayoría de estos profesionales no tienen acceso a los registros de vacunación, pese a ello, paralelamente se ha observado un ligero aumento desde 2016 a 2024. Según los datos desprendidos del informe, pertenecientes a 2024, los registros de vacunación son totalmente accesibles en tan solo 10 países de 73, mientras que el acceso limitado a algunos registros se observa en 18 de ellos.

Según se ha podido observar, las disparidades regionales y normativas existentes entre los diferentes países y territorios están lastrando y limitando la expansión de la vacunación en las boticas. Con respecto a la evolución de la política de vacunación en farmacias, de los 79 países encuestados en 2024, casi la mitad están proponiendo o desarrollando activamente políticas dirigidas a aumentar la autoridad de los farmacéuticos para administrar o prescribir vacunas. Esto, según indican desde la FIP, demuestra que hay un movimiento significativo hacia la ampliación de las responsabilidades de los profesionales en el sector de la sanidad pública.

Poniendo el foco en el reembolso de los servicios de vacunación, en la mayoría de los países y territorios los servicios de vacunación en farmacia son pagados por el paciente. Sin embargo, el estudio identificó 13 países en los que éste es reembolsado por los sistemas sanitarios públicos y nueve en los que lo reembolsa el sistema sanitario privado. Además, llama la atención que en 10 países es la propia oficina de farmacia la que asume el coste.

La vacuna de la gripe, la más administrada

Incidiendo en la administración de vacunas en farmacias, el informe revela que la vacuna antigripal es la más administrada por los farmacéuticos, y está disponible en 30 países, mientras que la del COVID-19 es administrada en 29 países. Otras vacunas como las de refuerzo Tdap (contra el tétanos, la difteria y la tos ferina); la de la hepatitis B, la neumocócica, la del Virus del Papiloma Humano (VPH), la del herpes zóster o la meningocócica estiman que pueden administrarse ya en torno a 17 países. Además, en el informe señalan que la aparición de la vacuna contra el Virus Respiratorio Sincitial (VRS) en ocho países ha supuesto todo un hito en la ampliación de las opciones de vacunación disponibles en las boticas.

Con respecto a los grupos de edad que pueden recibir la vacunación en las oficinas de farmacia hay ciertas diferencias. En algunos países se permite que los profesionales administren determinadas vacunas, independientemente del grupo de edad. Sin embargo, hay otros en los que se limita esta labor exclusivamente a determinados grupos e, incluso, a determinadas vacunas.

En el 38 por ciento de los países participantes, los farmacéuticos tienen la autorización de cara a poder administrar vacunas fuera de las farmacias. Destacan las clínicas, otros centros sanitarios, lugares de trabajo, residencias, centros escolares o domicilios de pacientes. “Esto puede aumentar la comodidad y accesibilidad de las vacunas, contribuyendo al aumento de las coberturas vacunales”, confirmaron desde la FIP.

Satisfacción de los pacientes y nuevos retos

Los resultados del informe de la Federación demuestran que el grado de satisfacción de los pacientes con la administración de vacunas desde las oficinas de farmacia es alto. De hecho, se hace hincapié en cuestiones concretas como la comodidad y la profesionalidad. Esto se ha podido comprobar gracias a una serie de proyectos piloto que se han realizado en Francia, Irlanda, Bélgica, Estonia y Polonia y a los datos recopilados de encuestas llevadas a cabo en Canadá, Alemania y otros países.

Entre los nuevos retos a los que se enfrenta la vacunación en la Farmacia se hace referencia a la mejora de la formación de los farmacéuticos; la sensibilización de la población sobre el papel de estos profesionales en la vacunación; la falta percibida o efectiva de apoyo y reconocimiento por parte de los organismos gubernamentales y otras profesionales sanitarias; la falta de remuneración de estos servicios o las restricciones legales que impiden que se desarrolle esta labor.


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