Desde que irrumpió la pandemia de la COVID-19, la profesión farmacéutica se ofreció a estar en primera línea en la lucha contra el SARS-CoV-2 ampliando funciones. La sensación general es que las Administraciones podían haberse apoyado más en sus farmacéuticos… Pero hay excepciones a esta tónica (creencia) general. Es el caso de Cantabria, donde se han puesto en marcha diversas iniciativas que reflejan confianza en sus farmacias. Son los casos, por ejemplo, de la dispensación en boticas de medicamentos hospitalarios o la supervisión y comunicación al sistema sanitario de aquellos resultados positivos en test de autodiagnóstico que se realicen en farmacias. EG repasa todas estas actuaciones con la presidenta colegial.
Pregunta. Se ha hablado mucho de la oportunidad que suponía esta crisis para que la farmacia comunitaria cogiera “el tren” y ampliara su rol y funciones. ¿Ha cogido la farmacia cántabra ese tren?
Respuesta. Por supuesto, la farmacia cántabra ha cogido el tren. En esta región no tenemos AVE, pero hemos cogido el tren de alta velocidad. Además, lo que hay que destacar es que lo hemos hecho todo el colectivo y todo el sector: todos los servicios de Farmacia, todas las boticas, todas las distribuidoras farmacéuticas que operan en esta región. Como presidenta, nunca he recibido un “no” de los compañeros colegiados. Por ejemplo, cuando propusimos crear un circuito de incidencias ante el cierre de los centros de salud, en 24 horas ya contábamos con la predisposición de las farmacias y estaba en marcha. Y, como otro ejemplo, hemos conseguido que no se cerrase ninguna farmacia gracias a una suerte de retén de voluntarios; compañeros que han pospuesto vacaciones para poder sustituir a compañeros rurales que contraían la enfermedad y no tenían capacidad de sustitución.
P. La implicación no tendría mucho recorrido por sí misma si no hay receptividad a la misma por parte de la Administración.
R. Efectivamente, tanto la Consejería de Sanidad en general como las tres direcciones generales con las que cuenta, en particular, han confiado desde el primer minuto en sus farmacéuticos en esta pandemia. Por ejemplo, la Dirección General de Farmacia, Ordenación e Inspección está actualmente dirigida por un farmacéutico, lo cual ha sido clave para que pudiera conocer de primera mano, sin explicaciones, el papel que podía jugar este colectivo.
P. Cantabria fue la primera CC.AA en establecer, en marzo de 2020, la “dispensación coordinada” de medicamentos hospitalarios que ahora bendice el Ministerio. ¿En qué estado se encuentra este programa?
R. En sus inicios se estableció como una medida temporal supeditada a la evolución de la COVID-19, pero la iniciativa sigue vigente y las farmacias y las distribuidoras siguen colaborando. Es la Consejería la que debe decidir el futuro de este modelo pero, evidentemente, considero positivo que se mantenga esta coordinación asistencial en la que el medicamento del paciente pasa de farmacéutico a farmacéutico.
P. ¿Cómo transcurre el protocolo con el Sistema Cántabro de Salud para la comunicación de positivos desde las boticas tras habilitarse el pasado 22 de julio la venta libre de autotest?
R. Con excelentes resultados. Desde el 22 de julio las farmacias regionales se han podido identificar cerca de 2.000 positivos por estas pruebas. Además, el proceso es inmediato. La aplicación con la que trabajamos genera automáticamente una cita para la realización de una PCR comprobatoria cuando se registra un positivo por autotest. Para una región que recibe mucho turismo es fundamental esta coordinación e implicar a las farmacias en esta comunicación.
P. Si bien no es nuevo, el COF de Cantabria también fue pionero en firmar acuerdos con ayuntamientos de pequeños municipios para concertar servicios de preparación de SPD a determinada población. ¿Se seguirá esta línea?
R. Sí, el objetivo es mantener en este programa de preparación de sistemas personalizados de medicación y seguimiento farmacoterapéutico en los municipios donde ya existe y sumar a más localidades. Por ejemplo, me ha hecho especial ilusión que recientemente se haya adherido un municipio en el que siquiera hay farmacia. Es un servicio que genera una alta aceptación y resultados.